miércoles, 31 de agosto de 2016

Trisagio a la Santísima Trinidad en honor de los sagrados corazones de Jesús, María y José cuyas imágenes se veneran en la Peña extramuros de esta ciudad de Santafé de Bogotá. A devoción del presbítero Juan Agustín Matallana.


Reimpreso en Bogotá en la imprenta de Espinosa año de 1822.


Vivan Jesús, Ma. Y José

Por la señal &c.

Abrid Señor mis labios y
Pronunciarán tus alabanzas.

Vers. Dios mío entended
En mi ayuda.

Resp. Señor no tardéis en ayudarme.

Gloria Patri &c.


ACTOS

Amorosísimo Dios, Trino y Uno, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero a quien amo sobre todas las cosas: a quien me pesa haber ofendido con mis abominables culpas, y enormes delitos; yo propongo firmemente no volver a disgustaros en adelante. Ofrescoos en satisfacción los méritos de la sagrada vida, pasión, y muerte de vuestro amantísimo Hijo mi Redentor Jesuchristos; y el amor con que os amaron, aman, y amarán eternamente los sagrados corazones de Jesús, María y José.

Ofrescoos mi pobre, y manchado corazón, y os ruego que por vuestra piedad, y misericordia tengáis compasión de esta vuestra miserable criatura que con ansias desea seáis conocido, y amado de todos, por toda la eternidad Amén.

HIMNO

¡O Trinidad Sacrosanta!
¡O deidad suma, y suprema!
Gracias os doy pues nos dais
La Trinidad de la tierra.

 A ti Trinidad Divina
Ofrecemos con amor
Tres sagrados corazones
Para tu gloria, y honor.
Seas bendita y alabada
Santísima Trinidad,
Seáis para siempre bendita
En tiempo y eternidad.

Padre nuestro, Ave Ma. Gloria.

CÁNTICO

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos llenos están los sagrados corazones de Jesús, María y José de vuestro poder, sabiduría, y amor para favorecer a los mortales.

Resp. Gloria al padre, Gloria al hijo, Gloria al Espíritu Santo.

Esto se repite nueve veces, y después de cada tres veces se rezará un padre Nuestro, Ave María, Gloria Patri. &c.


ANTÍFONA

A Ti Dios padre Ingénito, a ti Espíritu Santo Paráclito, Santa en individua trinidad ofrecemos para eterna alabanza vuestra los sagrados corazones de Jesús, María y José.

Gloria a la Trinidad del Cielo. Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Honra a la Trinidad de la tierra Jesús, María, y José.


ORACIÓN

Omnipotente Sr y Dios, Eterno que os habéis dignado favorecer a tu pueblo por medio de los sagrados corazones de Jesús, María y José. Nosotros te ofrecemos estos mismos corazones en acción de gracias por los innumerables beneficios, que de vuestra liberalísima mano hemos recibido especialmente en este tiempo tan calamitoso en que nos vemos cercados de tantos peligros; y os suplicamos nos concedáis la reforma de costumbres, aumento en la fe, destrucción de las herejías, y la verdadera devoción a los sagrados corazones de Jesús, María y José para que amandoos, sirviendoos, y agradandoos en esta vida, merezcamos gozaros, y alabaros eternamente con los santos, en la gloria. Amén. Fin.

Al corazón de Jesús, Padre nuestro. Ave María y credo.

Señor mío Jesu Christo por vuestros dulce corazón, haced que yo os ame sin intermisión.

Señor mío Jesu Christo, por la pureza de tu santísimo corazón dame tu amor, y pureza del alma y cuerpo, y guarda mi corazón dentro del tuyo, para que no vuelva a pecar: Ea buen Jesús seamos amigos, pero Señor, mira mis pocas fuerzas.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, por Jesús, María, y José líbranos Sr. de todo mal. O. S. C. S. R. E.


Declaración del origen del Trisagio de Jesús, María y José hecha por el alma a quien Dios se lo enseñó.

En la oración dije a Dios ¿qué podremos ofreceros para el remedio de tantos males? Se me mostró amoroso, y me dijo: quiero que se me rece un cántico en forma de Trisagio en honor de Jesús, María, y José, y que concluya con una oración en que se me ofrezcan sus sagrados corazones, en acción de gracias por los favores que dispenso a tu pueblo. Intenté que lo compusiera mi confesor, y este me mandó, que ocurriera a Dios para que Él mismo me lo enseñara, obedecí, a pocos días al vestirme de mañana pasado un gran peso que me trastornó, vio mi alma a Dios, y con un aire suave, a manera de un relámpago me lo enseñó; di las gracias, y después de coro clamé a Dios, y lo escribí con tanta velocidad, sin trabajo, que más me lo daría el escribir el Ave María, di parte al confesor, y me mandó rezarlo privadamente. Luego que por el gobierno se aprobó, y con las licencias necesarias se imprimió y publicó, se levantó la contradicción hasta llegar al Santo Tribunal de la Fe, yo clamé a Dios, varias veces me contestó: No temas, nada hay malo, no hay engaño ni error, toda es obra mía, y no tuya, y de la persecución resultará con mayor esplendor. Dios me dio a entender que este Trisagio es arco iris de paz en la inundación que aflige a la Iglesia. Es signo de las misericordias de Dios; de la conclusión de los males presentes, de la exaltación de la Iglesia, de la reforma de virtudes, del aumento en la fe, de la destrucción de las herejías, de la devoción de Jesús, María, y José, y sus corazones, y el arma más poderosa contra los enemigos mundo, demonio y carne; y por eso el demonio enfurecido lo mira con tanto horror. Todo esto  consta de los escritos de la alma a quien Dios lo dictó: Aunque aprobado no merece fe divina sino humana; y protesto su publicación como lo manda la Iglesia católica. Se aprobó por el gobierno eclesiástico, y por el tribunal de la Inquisición se me comunicó con fecha 2 de enero de 1819 que corriese libremente. El Ilustrísimo Señor Juan Bautista Sacristán concedió 80 días de indulgencia por cada Padre Nuestro y Ave María.

Juan Agustín Matallana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario