viernes, 8 de septiembre de 2017

Homilía I en la Natividad de la Santísima Madre de Dios




San Andrés de Creta

Exulte hoy toda la creación y se estremezca de gozo la 
naturaleza. Alégrese el cielo en las alturas y las nubes esparzan la 
justicia. Destilen los montes dulzura de miel y júbilo las colinas, 
porque el Señor ha tenido misericordia de su pueblo y nos ha 
suscitado un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, es 
decir, en esta inmaculadísima y purísima Virgen por quien llega la 
salud y la expectación de los pueblos. 

Que las almas buenas y agradecidas entonen un cántico de 
alegría; que la naturaleza convoque a todas las criaturas para 
anunciarles la buena nueva de su renovación y el inicio de su 
reforma (...). Salten de alegría las madres, pues la que carecía de 
descendencia [Santa Ana] ha engendrado una Madre virgen e 
inmaculada. Alégrense las vírgenes, pues una tierra no sembrada 
por el hombre traerá como fruto a Aquél que procede del Padre sin 
separación, según un modo más admirable de cuanto puede 
decirse. Aplaudan las mujeres, pues si en otros tiempos una mujer 
fue ocasión imprudente del pecado, también ahora una mujer nos 
trae las primicias de la salvación; y la que antes fue rea, se 
manifiesta ahora aprobada por el juicio divino: Madre que no 
conoce varón, elegida por su Creador, restauradora del género 
humano. 

Que todas las cosas creadas canten y dancen de alegría, y 
contribuyan adecuadamente a este día gozoso. Que hoy sea una y 
común la celebración del cielo y de la tierra, y que cuanto hay en 
este mundo y en el otro hagan fiesta de común acuerdo. Porque 
hoy ha sido creado y erigido el santuario purísimo del Creador de 
todas las cosas, y la criatura ha preparado a su Autor un 
hospedaje nuevo y apropiado. 

Hoy la naturaleza, antiguamente desterrada del paraíso, recibe 
la divinidad y corre con paso alegre hacia la cima suprema de la 
gloria. 

Hoy Adán ofrece María a Dios en nuestro nombre, como las 
primicias de nuestra naturaleza; y estas primicias, que no han sido 
puestas con el resto de la masa 1, son transformadas en pan para 
la reparación del género humano. 

Hoy se pone de manifiesto la riqueza de la virginidad, y la Iglesia, 
como para las bodas, se embellece con la perla inviolada de la 
verdadera pureza. 

Hoy la humanidad, en todo el resplandor de su nobleza 
inmaculada, recibe el don de su primera formación por las manos 
divinas y reencuentra su antigua belleza. Las vergüenzas del 
pecado habían oscurecido el esplendor y los encantos de la 
naturaleza humana; pero nace la Madre del Hermoso por 
excelencia, y esta naturaleza recobra en Ella sus antiguos 
privilegios y es modelada siguiendo un modelo perfecto y 
verdaderamente digno de Dios. Y esta formación es una perfecta 
restauración; y esta restauración una divinización; y ésta, una 
asimilación al estado primitivo (...). 

Hoy ha aparecido el brillo de la púrpura divina, y la miserable 
naturaleza humana se ha revestido de la dignidad real. 

Hoy, según la profecía, ha florecido el cetro de David, la rama 
siempre verde de Aarón, que para nosotros ha producido Cristo, 
rama de la fuerza. 

Hoy, de Judá y de David ha salido una joven virgen, llevando la 
marca del reino y del sacerdocio de Aquél que, según el orden de 
Melquisedec recibió el sacerdocio de Aarón. 

Hoy la gracia, purificando el efod místico del divino sacerdocio,
ha tejido—a manera de símbolo—el vestido de la simiente levítica, 
y Dios ha teñido con púrpura real la sangre de David. 

Por decirlo todo en una palabra: hoy comienza la reforma de 
nuestra naturaleza, y el mundo envejecido, sometido ahora a una 
transformación totalmente divina, recibe las primicias de la 
segunda creación. 

1 comentario:

  1. Hermoso!!!!!
    Como Nuestra Patrona que nos cuida y protege día a día.
    Gracias por compartís esto.
    Yo le rezo para que me comuniques tu BODA. Te quiero mucho y te de deseo muchas bendiciones y felicidad!!!!!

    ResponderEliminar