Isaac de Stella (¿-c. 1171), monje cisterciense
Homilía 51, parala Asunción ; PL 194, 1862
Homilía 51, para
El Hijo de Dios es el primogénito entre muchos hermanos, y, siendo
por naturaleza único, atrajo hacia sí a muchos por la gracia, para que fuesen
uno solo con él. Pues da poder para ser hijos de Dios a cuantos lo reciben (Jn
1,12). Así pues, hecho hijo del hombre, hizo a muchos hijos de Dios. Atrajo a
muchos hacia sí, único como es por su caridad y su poder: y todos aquellos que
por la generación carnal son muchos, por la regeneración divina son uno solo
con él. Cristo es, pues, uno, formando un todo la cabeza y el cuerpo (Col
1,18).
Este Cristo único es nacido del único Dios en los cielos y de una única madre en la tierra; muchos hijos, a la vez que un solo hijo. Pues así como la cabeza y los miembros son un hijo a la vez que muchos hijos, asimismo María yla
Iglesia son una madre y varias madres; una virgen y muchas
vírgenes. Ambas son madres, y ambas vírgenes; ambas concibieron sin
voluptuosidad por obra del mismo Espíritu; ambas dieron a luz sin pecado la
descendencia de Dios Padre. María, sin pecado alguno, dio a luz la cabeza del
cuerpo; la Iglesia ,
por la remisión de los pecados, dio a luz el cuerpo de la cabeza. Ambas son la
madre de Cristo, pero ninguna de ellas dio a luz al Cristo total sin la otra.
Por todo ello, en las Escrituras divinamente inspiradas, se entiende con razón
como dicho en singular de la
Virgen María lo que en términos universales se dice de la
virgen madre Iglesia lo que en especial se dice de la virgen madre María.
Este Cristo único es nacido del único Dios en los cielos y de una única madre en la tierra; muchos hijos, a la vez que un solo hijo. Pues así como la cabeza y los miembros son un hijo a la vez que muchos hijos, asimismo María y
No hay comentarios:
Publicar un comentario