jueves, 15 de noviembre de 2018

A María




En el centenario de la Virgen de Chiquinquirá

Enrique W. Fernández
Bogotá, noviembre de 1886.

Oh Virgen augusta! Tu gloria del mundo los ámbitos llena,
Los ángeles cantan al pie de tu trono perenne loor,
Los hombres te llaman salud del enfermo, consuelo del triste,
La casa de oro, la puerta del cielo, la Madre de Dios;

Tu faz a nosotros convierte que en densas tinieblas estamos,
Aviva en nuestra alma, Señora, del bien la fecunda pasión,
Despliega tu manto y que cubra la vasta extensión de la tierra,
Y a ricos y a pobres y a sabios y a necios ampare tu amor.

Nosotros, enfermos de toda tristeza y de todo pecado,
Nosotros, viajeros sin tregua abrumados de mal y dolor,
Que vamos, a oscuras, rondando en la turbia corriente del tiempo,
A ti suspiramos, oh Virgen: aplaca la ira de Dios!

Un pueblo reunido celebra hoy, gozoso, tu gran centenario
Y todo él te invoca, rendido de hinojos al pie de tu altar:
 Escucha sus ruegos, alarga su vida, bendice sus obras
Y toda Colombia disfrute ya, Oh Virgen, del bien de la paz.



1.     Alusión al templo de Chiquinquirá, que según opinión de los inteligentes es una de las mejores construcciones de la República.


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