jueves, 18 de junio de 2020

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote


Conferencia Episcopal Colombiana, 2017

 La fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y del Sagrado Corazón de Jesús, se constituye en una oportunidad para que todos oremos por la santificación de nuestros sacerdotes, para agradecerle a Dios el don inmenso de la vocación sacerdotal; es un tiempo para amar el sacerdocio de Jesucristo, prolongado en sus ministros ordenados. El prefacio de la celebración de la Eucaristía de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, resume perfectamente el sentido de nuestra oración: “constituiste a tu único Hijo Pontífice de la Alianza nueva y eterna por la unción del Espíritu Santo y determinaste, en tu designio salvífico, perpetuar en la Iglesia su único sacerdocio. Él no sólo ha conferido el honor del sacerdocio real a todo su pueblo santo, sino también, con amor de hermano, elige hombres de este pueblo para que, por la imposición de las manos, participen de su sagrada misión. Ellos renuevan el nombre de Cristo, el sacrificio de la redención, preparan a tus hijos el banquete pascual, presiden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y lo fortalecen con tus sacramentos. Tus sacerdotes, Señor, al entregar su vida por ti y por la salvación de los hermanos, van configurándose a Cristo, y han de darle así testimonio constante de fidelidad y amor.” Vivimos momentos muy difíciles en la Iglesia, se resaltan los pecados de los sacerdotes, se revelan hechos muy dolorosos, algunos sectores de la sociedad intentan desvirtuar el estilo de vida sacerdotal. Ante este panorama, la Iglesia nos invita a agradecer a los sacerdotes su entrega radical, su testimonio de vida, su pasión por la Iglesia, el dejar ver a través de su ser a la persona de Jesús. Hoy tenemos que hablar con valentía de lo bueno y positivo del ministerio sacerdotal, del estilo de vida sencillo, orante y caritativo del que consagra su vida en el sacerdocio ministerial. Hoy los sacerdotes, ministros ordenados, debemos renovar e interiorizar lo que significa “actuar en la persona de Cristo” La santificación de los sacerdotes no depende solamente de las propias fuerzas de quien ha recibido esta gracia, desde luego, el Señor cuenta con nuestra libertad y la decidida voluntad de ser sus discípulos, sin embargo, se requiere pedir insistentemente la gracia de la fidelidad, de la perseverancia; estas fuerzas vienen de lo alto y hay que pedirlas todos los días. La Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados de la Conferencia Episcopal de Colombia, invita a elevar plegarias por la santificación de los sacerdotes, con motivo de las fiestas de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y el Sagrado Corazón de Jesús. Desean que todos, ministros ordenados y fieles, sientan en su corazón la urgencia de pedir con fe la santificación de todos los que han sido llamados a ser ministros del Señor, obispos, presbíteros y diáconos. El material que encontrará junto con este breve mensaje, puede ayudar en el fomento de la oración por la santificación, vida y ministerio de los sacerdotes, esperamos que cada jurisdicción eclesiástica del país, lo replique en las comunidades parroquiales, de tal manera que los fieles se puedan unir en la adoración eucarística, el rezo del santo rosario y la celebración de la Eucaristía por la santificación de los ministros ordenados y el aumento de las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada.

Oración por la santificación de los sacerdotes.

Oh Jesús, que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas, protege a tus sacerdotes, especialmente a N.N. en el refugio de tu Sagrado Corazón. Guarda sin mancha sus manos consagradas, que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo, y conserva puros sus labios teñidos con tu Preciosa Sangre. Haz que se preserven puros sus corazones, marcados con el sello sublime del sacerdocio, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro. Bendice sus trabajos y fatigas, y que como fruto de su apostolado obtenga la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el cielo. Amén De Santa Teresita del Niño Jesús.

1 comentario:

  1. Es deber nuestro orar y ayudar a nuestros Sacerdotes en su misión única y necesaria para la santificación de todos.

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