jueves, 24 de abril de 2025

El novenario de un equívoco

Foto Julio Ricardo Castaño rueda

 Por Julio Ricardo Castaño Rueda

Sociedad Mariológica Colombiana

 

 “quien acepta la corrección gana en entendimiento”.  (Pro 15,32)

 

Los libreros de Chapinero guardan la memoria cultural de la antigua Atenas Suramericana. Lo fascinante de aquella profesión del libro es que permite adquirir rarezas bibliográficas en promoción.

 El ejemplo del buen suceso ocurrió en días pasados cuando se adquirió por un precio, entre simbólico e irrisorio, un ejemplar de la Novena a María Santísima del Rosario de Chiquinquirá por el P. Fr. Domingo Barragán, O.P.  (Edición aumentada con ejemplos), 1913.

 Al momento de pagarla, el vendedor se dio cuenta de la confusión. No se podía regalar por unos pocos y devaluados pesos colombianos esa obra maravillosa de la tradición religiosa raizal. Por un instante crítico dudó, pero mantuvo caballerosamente su oferta con un argumento doloroso: “sólo es una novena de Nuestra Señora”.

 Lo cierto, mi cachifo feriante, son las características particulares de esa pieza. Está encuadernada en cuero fino de color marrón en muy buen estado para sus 112 años de trajín. Su tamaño es de 15'6 x11'4 y 48 páginas en perfectas condiciones de lectura. Fue producida por la Imprenta de La Cruzada de Bogotá. Además, quizá, su primer dueño decidió coserle, antes del apéndice, un mohoso cuadernillo de cuatro páginas del Via crucis. Material aprobado por el arzobispo Bernardo Herrera Restrepo.

 Su crónica devocional sirve para aclarar un yerro del linotipista que aún confunde a los investigadores de estos temas tan especiales y específicos. El éxito particular del objeto en mención se remonta a principio del siglo XVIII con otro título.

 El 6 de febrero de 1734 en Sevilla (España) se otorgó la respectiva licencia para la impresión del Modo de rezar la novena, y culto devoto a la Rosa del Cielo María Santísima del Rosario en su milagrosa imagen de el pueblo de Chiquinquirá de el Nuevo Reyno de Granada. A cuidado y solicitud de M.R.P Mro. Fr. Pedro Masústegui, definidor y procurador general de la Provincia de S. Antonino de Predicadores.

 En mayo, de ese año, el impresor mayor, don Juan Francisco Blas de Quesada, la publicó por primera vez.  Casi medio siglo después, en Santafé de Bogotá, los frailes dominicos autorizaron la reimpresión en el taller de Antonio Espinosa de los Monteros, 1780. Luego de esa publicación pasaron 16 años y fray Domingo Barragán, O.P., mandó a prensa otra tirada. Santafé de Bogotá, 1796.  Este sacerdote era el prior del Convento de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

 La tarea de Barragán, O.P., espero 33 años para solicitarle al impresor Andrés Roderick de Bogotá una nueva copia titulada: Modo de rezar la novena y culto devoto a la Rosa del Cielo María Santísima del Rosario en su milagrosa imagen de Chiquinquirá del Nuevo Reino de Granada, 1829. Este material fue reimpreso en Lima (Perú) por el capellán Félix Moreno en la Imprenta de Instrucción Primaria, 1843.

 Sin embargo, don Nicolás Gómez estampó en 1841 un texto al cual le cambió el nombre y se lo adjudicó al difunto fray Domingo Barragán, O.P. El impreso fue titulado: Novena a María Santísima del Rosario en su milagrosa imagen de Chiquinquirá cuyo contenido es idéntico al texto de 1734. La Biblioteca Nacional de Colombia conserva un ejemplar.

El error de trocar encabezamientos, sin tocar el contenido original, continuó. En Barcelona (España) La Dominicana de R. de Valero divulgó la Novena a María Santísima del Rosario de Chiquinquirá.  Atribuyéndola a fray Domingo Barragán, O.P., 1907.

Y de regreso a nuestro ejemplar de 1913 vale la pena rememorar lo siguiente. Ese cumplió, en aquel mes de octubre, con un relanzamiento para reivindicar la devoción a la Rosa del Cielo. El ejemplar fue comercializado con el nombre impuesto por el tipógrafo barcelonés. Los fieles rezaron como reparación espiritual al lienzo peregrino de la Virgen de Chiquinquirá. El cuadro fue ferozmente cercenado a cuchillo dentro del templo de la Inmaculada Concepción de Rionegro (Santander), 20 de abril de 1913. Esto sin olvidar los atentados sacrílegos de Pamplona (Norte de Santander) y Simacota (Santander) en la misma peregrinación pro coronación de la imagen milagrosa de la Patrona. La “novena de Barragán” definitivamente se injertó en las costumbres religiosas de los devotos peregrinos después del famoso 9 de julio de 1919 cuando un pueblo creyente, y bajo la egida del santo padre, coronó a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá como Reina y Patrona de Colombia.

El disparate de la errata volvió a la península ibérica con su carga de abolengos. En el año 2021, todocoleccion.net ofrecía la antigua novena con algunos suplementos añadidos producto de su recorrido histórico por las épocas nacionales.

“BARRAGÁN, Fr. Domingo (O.P.): NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ, reina de Colombia. Edición aumentada con ejemplos y una reseña histórica. 15'6x11'4, 68p (impresión borrosa de págs. 11 y 14), reproducción en b/n en texto p.1. Rúst. roz, mermas en lomo. Imprenta de Veritas Chiquinquirá s.f - Edición posterior a 1944, año en que se celebraron las bodas de plata de la coronación de la Virgen, pormenorizadamente relatadas”.

Hoy, 2025, los almacenes de artículos religiosos de la Villa de los Milagros venden ediciones de dominio público en rústicos ejemplares. En estos papeles, de dudosa reputación editorial, aparecen los gozos de la primera novena, la del maestro Masústegui, O.P., 1734. El autor nunca reclamó derechos de autor y por esa razón los comerciantes le dan el crédito a fray Domingo Barragán, O.P. (1746-1829).

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