jueves, 27 de noviembre de 2025

Obediencia sí, más no; ¡convicción!



Por Julián Orozco

 

Serían muchísimos los textos iniciando desde la Patrística -entendiéndose como Padres a quienes colocaron las bases de la doctrina revelada por Cristo en sus diferentes iglesias-, pasando por la Sagrada Escritura y los comentarios de estos mismos -Padres de la Iglesia-, a la revelación contenida en la Palabra del Señor, que hablan de forma directa e indirecta, objetiva o subjetiva, formal o informal; como bien lo haya denominado la ciencia teológica, al respecto de la participación de la Madre del Señor, María Santísima en la obra de la salvación.

No podemos negar que en el transcurrir de este año civil a punto de concluir, y ad portas de iniciar el año litúrgico, se nos da una sorpresa de parte de la Santa Sede, en especial del DDF, que busca ir consolidando unas teorías de tinte más protestante que católico, con respecto al desenvolvimiento de la participación de la Madre del Señor en la obra de la redención.

Si para la Tradición es objeto de realce la participación de María Santísima en la obra de la redención, la cual se ha salvaguardado por siglos de debates, discusiones y hasta luchas entre movimientos eclesiales con movimientos ajenos a ella -Iglesia-; que a su vez, han sabido -como es bien conocido- defender la figura de María ante las distintas  manifestaciones heréticas y cismáticas, que se han vivido en torno al desenvolvimiento de la persona de María, con el fin de parte de estas corrientes de demeritar el papel preponderante de la Madre del Señor, de excluir a María de la participación directa con Cristo en todo sentido, desde la anunciación hasta la resurrección. Hacer nula su acción en la vida de la primitiva comunidad cristiana, e ir más allá; de pasar por alguien irrelevante en la mediación entre Dios y los hombres, a sabiendas que fue por Ella, quien Dios se hizo hombre.

 

Para finalizar este texto, sin hacer aducción a todos los textos que desde la Mariología se proponen para su basto estudio; me basta con el de san Pablo a los Colosenses -1,24- , el cual reza así: “Ahora me gozo en los padecimientos a causa de vosotros, y lo que en mi carne falta de las tribulaciones de Cristo, lo cumplo en favor del cuerpo suyo, que es la Iglesia”. De modo que si el Apóstol de los Gentiles, afirma de forma sustancial su participación a la obra redentora de Cristo (…) tiempo después de la ejecución sangrienta de Jesús en la cruz, conociendo los sufrimientos de Cristo y sabiéndose unido a Él de forma tan particular; ¿no tendrá más mérito quién asumió en totalidad la carne de Cristo y la expuso en la cruz?

 

viernes, 21 de noviembre de 2025

Gn 3,15. La presentación de la Mujer Cooperadora

Detalle. Virgen de Chiquinquirá acuchillada en Pamplona. (Norte de Santander). 20 de enero de 1913.


 

El acto vil de la genuflexión ante los hijos de la serpiente no implica contradecir la tradición eclesial. María Corredentora, consustancial al Verbo.

jueves, 13 de noviembre de 2025

"¿Esto os escandaliza?" (Jn 6, 61)


Madre del Redentor, la espada de dolor escribió en tu alma el título de Corredentora. Julio Ricardo Castaño Rueda.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

María Corredentora, sin nota doctrinal

 

Es muy conveniente que los católicos hablen de María Corredentora porque fue la voluntad del Dios, Trino y Uno, crearla inmaculada para que colaborara en el plan de salvación. El fiat de la Esclava del Señor permitió la encarnación del Verbo. Julio Ricardo Castaño Rueda.