Acto de contrición
Amorosísimo
Dios, Trino y uno, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, en quien creo, en quien
espero y a quien amo sobre todas las cosas; me pesa, Dios mío, de haberos
ofendido y propongo firmemente no volver a ofenderos en adelante. Ofrézcoos en
satisfacción de mis pecados los méritos de la sagrada vida, pasión y muerte de
mi amantísimo Redentor Jesucristo, y el amor con que os amaron, aman y amarán
eternamente los sagrados corazones de Jesús, María y José, en cuyo nombre os
pedimos gracias para hacer con toda devoción esta novena. Amén.
Oración para todos los días
¡Oh
Trinidad bendita de la tierra, Jesús, María y José, aparecidos en La Peña ! Vos sois tesoro inmenso
de las divinas riquezas, agradable consuelo de los afligidos, libertad de los
cautivos, salud de los enfermos, refugio de los pecadores y eficaz auxilio de
los cristianos. Os amamos, os veneramos y alabamos con todo el afecto de
nuestro corazón, y os pedimos que nos alcancéis de nuestro padre celestial el
perdón de nuestros pecados, la reforma de costumbres, el aumento de la fe, la
perseverancia en el bien y una verdadera devoción a vuestros sagrados
corazones. Os rogamos por las necesidades de la Iglesia católica, por la
conversión de los gentiles y pecadores, extirpación de las herejías y
perseverancia de los justos. Os suplicamos, que nos obtengáis la gracia de
llevar una vida santa para que, muriendo en gracia de Dios, vayamos a verlo y
alabarlo en vuestra santa compañía por todos los siglos de los siglos. Amén.
Oración para el día primero
Omnipotente
Señor y Dios Eterno, principio y fin de todas las cosas: os damos infinitas
gracias por el singular beneficio que nos habéis dispensado con la aparición de
las imágenes de Jesús, María y José de la Peña rodeadas de los espíritus celestiales.
Bendita sea vuestra bondad que nos
enriquece con tan preciosos dones. Os rogamos nos déis gracia para retratar
fielmente en nuestra almas las imágenes de Jesús, María y José para que,
imitando sus virtudes, consigamos que, rodeados de los espíritus celestiales
podamos alabaros en el soberano trono de vuestra gloria por los siglos de los
siglos. Amén.
(Récense
tres Padrenuestros y Avemarías con Gloria; en reverencia de Jesús, María,
José).
Jaculatorias
Santo
Dios, Santo fuerte, Santo Inmortal, por Jesús, María y José, líbranos, Señor,
de todo mal.
Antífona
Señor
mío Jesucristo, por la pureza de tu Santísimo Corazón dame tu amor y pureza de
alma y cuerpo, y guarda mi corazón dentro del tuyo para que no vuelva a pecar.
Oración final para todos los días
Gloriosísimos
Jesús, María y José, aparecidos en La Peña.
Animado de la más segura confianza en vuestra misericordiosa
bondad y en vuestro poderoso valimiento, en vosotros confío que me habéis de
ayudar en todas las necesidades de mi vida y os elijo como protectores
particularísimos míos. Os confío todos los asuntos de mi alma, dejando en
vuestras manos el de mi salvación, como también os recomiendo todos mis
negocios temporales, seguro de que a tu sombra bienhechora prosperarán siempre.
Guiad
mis pasos por el camino de la virtud y no me abandonéis un momento.
Especialmente en la hora de la muerte, deseo vuestra particular asistencia, y
quiero que mi último pensamiento y mis últimas palabras sean vuestros dulcísimos
nombres Jesús, María y José. Amén.
(Se termina
con los gozos y oración, al final del texto)
(Todos los días de la novena se hace el
ejercicio como en el día primero cambiando la oración propia para cada día).
Oración para el día segundo
Omnipotente
y sempiterno Dios, que con vuestra paternal providencia, cuidasteis de que las
sagradas imágenes de La Peña
fuesen colocadas en sitio conveniente y se les dedicase honroso templo, para que allí se les diese
culto y adoración por los fieles devotos hasta la consumación de los siglos.
Haced, Dios mío, que este culto se extienda cada día más, que todos conozcan
tan maravilloso prodigio, para que todos amemos a Jesús, María y José, y
adornado con sus virtudes nuestras almas, merezcamos agradaros en esta vida
para lograr alabaros eternamente en la gloria celestial. Amén.
Oración para el día tercero
Omnipotente
Señor y Dios Eterno, Padre de toda consolación: os damos gracias porque en las
simbólicas imágenes de Jesús, María y José aparecidas en La Peña nos manifestáis con
claridad vuestro singular patrocinio sobre el dichoso pueblo de Colombia.
Concedednos,
Eterno Padre, que vivamos unidos con los estrechos vínculos de la Fe , Esperanza y Caridad, que la
memoria de la vida, pasión y muerte de nuestro amante Jesús, haga reinar
siempre en nuestros corazones el verdadero amor, para que, a imitación de Jesús,
María y José, no deseemos ni apetezcamos otra cosa que alabaros y bendeciros
eternamente en la gloria. Amén.
Oración para el día cuarto
Omnipotente
y sempiterno Dios de las alturas, con profundo reconocimiento de nuestras
almas, os damos las más rendidas gracias porque nos habéis dado por tutelares y
defensores contra las potestades del enemigo a los santos Arcángeles, según
vemos en las efigies de La Peña.
¡Que firme confianza para nuestras almas! Alentados con tan poderoso auxilio,
nos hallaremos más fuertes en los trabajos, constantes en los peligros,
pacientes en las miserias, firmes en las tentaciones, humildes en los oprobios.
Llenad, Señor, nuestras almas de amor, confianza y reverencia para con los
santos Arcángeles a fin de que, mereciendo siempre su santa protección,
consigamos vernos libres de todos los peligros de alma y cuerpo, y vivir y
morir en vuestra santa gracia. Amén.
Oración para el día quinto
Amorosísimo
Dios y Padre nuestro que estáis en los Cielos y cuidáis con cariño paternal de
las necesidades de vuestros hijos. Nuestro corazón se siente altamente
agradecido a vuestra bondad porque entre las imágenes de La Peña os dignasteis poner el
Arcángel San Miguel con la custodia en las manos para enseñarnos el amor a la Sagrada Eucaristía.
Enseñadnos, Señor, a considerar, contemplar y gustar los grandes bienes que se
encierran en el Santísimo Sacramento del altar, y compendio de todos los
misterios y maravillas. Llenad nuestras almas de la ferviente devoción de los
Arcángeles y al Santísimo Sacramento para que, viviendo justos, muramos santos
y vayamos a bendeciros en la vida eterna. Amén
Oración para el día sexto
Santísimo
y poderosísimo Dios en los Cielos y en la tierra, os damos rendidas gracias
porque en las venerables imágenes de La
Peña nos mostráis el viaje que hicieron la Santísima Virgen
y el Patriarca San José, de Nazaret a Jerusalén, para presentar al Niño Dios en
el templo y ofrecerlo por la salud universal del género humano. Infundid en
nuestras almas piadosos sentimientos para que sepamos meditar los acerbos
dolores que sufrieron los corazones de Jesús, María y José en las palabras
proféticas del Santo Simeón, y, alentados por tan santos ejemplos hallemos
fortaleza para soportar las penas y sufrimientos de esta vida con resignación,
y de esta manera merecer la corona de gloria que tenéis prometida a los justos.
Amén.
Oración para el día séptimo
Altísimo
y soberano rey de la gloria, principio, y origen de todo bien, y fin único de
nuestras almas. ¡Qué grande es vuestra bondad y cuán infinita vuestra
misericordia que en lo elevado y escarpado de los altos cerros de La Peña nos manifestáis las
imágenes de Jesús, María y José con la de los Ángeles y Serafines para que por
ellas nos elevemos a la contemplación de vuestra Bondad, Poder y Grandeza! Os dignasteis
favorecer a vuestro pueblo escogido cuando menos lo merecía y más trataba de
irritaros. Queremos ahora corresponder a tan señalados beneficios, y os
suplicamos nos libréis de todos los males presentes y futuros, espirituales y
corporales, temporales y eternos por intercesión de Jesús, María y José. Amén.
Oración para el día octavo
Dulcísimo
Padre Eterno, Dios justo y bondadoso: Nuestra corazón, rebosante de gozo y
lleno de alegría, os bendice y alaba, porque con la aparición de las imágenes
de La Peña nos
habéis dado a conocer vuestra bondad para que con este pueblo, singularmente
poniendo a nuestra veneración a la Santísima Virgen que acoge bajo su manto
protector a cuantos acuden a buscar su maternal protección. Por su medio
podemos los hijos de Eva llegar con toda felicidad y segura confianza al trono
de vuestras misericordias para alcanzar cuantas gracias necesitamos paras ser
felices en esta vida y en la otra. Dadnos, Padre amantísimo, vuestra gracia
para que, perseverando en vuestro santo amor y en el de vuestra Santísima
Madre, vayamos a bendeciros en la gloria. Amén.
Oración para el día noveno
Amorosísimo
Dios, piélago inmenso de infinita misericordia: nuestras lenguas publiquen
eternamente los incesantes beneficios que liberalmente nos franqueáis por medio
de los Sagrados Corazones de Jesús, María y José, cuyas imágenes se aparecieron
en La Peña. Por
ellos son consolados los afligidos, reciben su salud los enfermos, socorro los
necesitados, auxilio los desvalidos y paciencia los atribulados. Por ellos
somos socorridos todos en cuantos infortunios nos sobrevienen, tanto
espirituales como temporales. Honra, bendición, alabanza, gloria y gracias
infinitas os damos por tan conocidos beneficios, y os rogamos nos hagáis cada
día más afectos, atentos y devotos de Jesús, María y José para que,
aprovechándonos de tan poderoso medio, imitemos sus virtudes, cumplamos vuestra
ley, perseveremos en gracia, y consigamos la salvación de nuestras almas y
amaros por todos los siglos de los siglos. Amén
Gozos
Si
queremos que bonanza
Piadosa
el Cielo nos dé
En
Jesús, María y José
Fundemos
nuestra esperanza.
Una
peña misteriosa
La
sed del pueblo escogido
Socorrió,
cuando afligido
Iba
en marcha trabajosa;
Y
acá otra peña asombrosa
Mejor
dicho nos afianza.
En Jesús, etc.
Bernardino
de León
Por
inspiración divina,
Esta
peña peregrina
Se
halló con admiración,
Y
con la misma razón
La
apreciamos sin mudanza.
En Jesús, etc.
Si
aquel devoto subió
A
un monte tan escarpado
Y
fue del Cielo premiado
Con
el tesoro que halló
En
su ejemplo nos dejó
Una
admirable confianza.
En Jesús, etc.
Somos
leones generosos
En
buscar con fino esmero
Los
tesoros que el cordero
Nos
brinda en modos graciosos;
Subamos
muy fervorosos
Al
gran monte de su alianza.
En Jesús, etc.
Como
la Reina ,
exaltada
Entre
las hijas se ve,
La
ciudad de Santa Fe
De
bendiciones colmada
Con
mil trabajos probada
De
decirnos no se cansa.
En Jesús, etc.
Es
el pueblo colombiano
El
Benjamín muy amado;
Mirra
y óleo derramado
Con
bálsamo derretido
Rocío
del Cielo ha llovido
Sobre
el pueblo de la alianza.
En Jesús, etc.
Sobre
piedra tan preciosa
Fijemos
nuestra morada
Para
que reine exaltada
Nuestra
religión hermosa
Y
logre siempre gloriosa
Triunfar
libre de mudanza.
En Jesús, etc.
Si
queremos que bonanza
Piadoso
el Cielo nos dé,
En
Jesús, María y José
Fundemos
nuestra esperanza.
Oración
Oh
Dios omnipotente, que nos colmaste de innumerables beneficios, poniéndonos bajo
el patrocinio de tu Santísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo, de la
bienaventurada Virgen María, su Santísima Madre, del glorioso Patriarca San José
y de los santos Arcángeles, humildemente os suplicamos nos concedáis la gracia
de que en el Cielo gocemos de la compañía de aquellos a quienes veneramos en
esta novena. Así os lo pedimos y esperamos conseguirlo por los méritos de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Propiedad
del Santuario de La Peña ,
Bogotá.
Con
las debidas licencias eclesiásticas.
Tomado del ejemplar que reposa en el
Centro Mariano Nacional de Colombia. Santuario de Nuestra Señora de La Peña. Bogotá.
Buenas tardes soy María Helena Luque de Bogotá.
ResponderEliminarSoy la coordinadora del apostolado para la entronización de los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José y a los Tres Corazones y
quisiera obtener su permiso para copiar la novena a los Sagrados Corazones de Jesús, María y José, y poder incorporarla en las paginas de Mater Fatima a nivel internacional.
La Consagración y Entronización se llevará a cabo mundialmente el próximo 8 de septiembre.
Quedo atenta esperando su bendición.
mluque@fp.skandia.com.co