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La nueva basílica. Foto Julio Ricardo Castaño R. |
Por Julio Ricardo Castaño Rueda
Sociedad Mariológica Colombiana
Nuestra Señora del
Rosario de Chiquinquirá está invitada a los tiempos de veneración patriótica.
Los fieles le tienen preparado un festejo especial. Los actos comenzarán el domingo
siete de julio con diferentes actos eclesiales y de folclor andino.
El primer agasajo
es el sueño cumplido de los chapinerunos, los bogotanos cachacos. Ellos podrán
participar de la eucaristía de elevación pública del templo parroquial Nuestra
Señora de Chiquinquirá a la dignidad de Basílica Menor para la Arquidiócesis de
Bogotá. La santa misa será a las 6:00 p.m., y estará presidida por el señor
cardenal Luis José Rueda Aparicio.
La segunda fiesta será el encuentro de los promeseros. Los mil pueblos nacionales se postrarán reverentes y agradecidos ante la Rosa del Cielo. Los frailes dominicos celebrarán el centésimo quinto aniversario de la coronación de la Virgen de Chiquinquirá como Reina y Patrona de Colombia.
Allí, en esos
escenarios de la mística y lo popular, el amor se engendrará misericordioso
entre los cantos del tiple y la bendición del cura de almas. La gran
movilización se inició con los paramillos de San Juan, lluvias cortas que
humedecen las trochas arrinconadas en las cordilleras. Esas rutas, transitadas
por la memoria ancestral de una historia viva, repiten su turno esencial: la
algarabía de la devoción.
Sí, el gentío va rumbo
hacia la Ciudad Promesa, Chiquinquirá. La Villa de los Milagros los acoge con
sus dichas, penumbras y súplicas. En su santuario, la Madre Inmaculada los
aguarda para enseñarles la doctrina de su Hijo Jesús en el confesionario y en
el banquete eucarístico, dupla de alegre santidad.
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