jueves, 11 de julio de 2024

La piedra de escándalo

Foto: Julio Ricardo Castaño Rueda.


 Por Julio Ricardo Castaño Rueda

Sociedad Mariológica Colombiana

 

“Ay de los que a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo” (Is 5,20)

La Primera Brigada del Ejército Nacional colocó en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá (Boyacá) una placa con errores de ortografía, junio 26 de 2024.

Ante el hecho singular, la justa protesta generó una airada reclamación por parte de algunos lectores, defensores a ultranza del pretexto. Para ellos, la respuesta del redactor.

El error tiene dos dimensiones pedagógicas, la corrección y el aprendizaje. El dúo permite establecer la experiencia como la catedra de la enseñanza. Omitir cualquier punto genera el ingreso a la mediocridad como norma de conducta.

Pasar por alto la advertencia del yerro e imponer la disculpa para respaldar la falta es el principio degenerativo del adocenamiento individual e institucional.

El ejemplo queda señalado por el caso en mención. Los autores aún no han tenido la gentileza de cambiar la pieza expuesta. Esto invita a preguntar por qué los laicos deben guardar silencio cómplice ante el despilfarro de los recursos públicos. ¿Callar sólo porque se trata de un reconocimiento a la Rosa del Cielo? No.

 Y los guardianes del sofisma insisten en formalizar la perogrullada con una frase de cajón: “todos somos pecadores y cometemos errores”. Ante semejante conclusión la esperanza opta por el suicidio moral.  ¿Para qué la conversión?, ¿para qué el sacramento de la reconciliación? Es más fácil justificar el defecto para convertir la imperfección en la flaqueza de la perversidad permisiva.

 

 

3 comentarios:

  1. Estimado redactor: me pongo en contacto con usted para expresar mi preocupación y desaprobación en torno a la calidad de la escritura y la gran cantidad de errores tipográficos que noté en la placa que coloco el Glorioso Ejército de Colombia en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá el día 26 junio de 2024.
    Dejando a un lado la vergüenza por ese acto de mediocridad, creo que este es un problema serio que necesita una solución inmediata ya que está perjudicando la reputación y la imagen de los profesionales que intervinieron en la organización. La escritura precisa y sin errores es crucial para comunicarse de manera efectiva y tener una apariencia seria y profesional.
    Los oficiales que aparecen con nombre y apellido deben ir a la C.I.R. donde deben practicar con la cartilla Coquito o solicitar la ayuda del soldado raso más cercano, para que les ayude en la escritura.
    Si el error aún subsiste, entonces digámosle a mi coronel “capitán” porque una barra en sus estrellas no hacen ninguna diferencia, si lo que importa es dar el mensaje.
    Como siempre, señor redactor, gracias por su invaluable labor y sacrificio para defender la historia y dogma de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
    Dios le bendiga hoy y siempre.
    Ate Jaime Alfonso Castaño R.

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    2. Gracias son muchos los mensajes. El suyo resume la indignación de los lectores.

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