domingo, 7 de julio de 2019

Una corona para la Rosa del Cielo

Cortesía Johnny A. Alfonso Peña. Chiquinquirá

Relación de las coronas construidas en Bogotá, en julio de 1919, para la coronación del lienzo milagroso de Nuestra Señora de Chiquinquirá.


Las dos coronas (la de Nuestra Señora y la del Niño Jesús) tienen un peso total de 450 gramos, oro de 916 milésimos.

La corona de la Virgen y la aureola forman una sola pieza, donde están montados 78 brillantes de distintos tamaños, entre los cuales hay dos que pesan 5 1/4 quilates cada uno; de buena clase y sin daños.

Tiene también 140 esmeraldas de diferentes tamaños; luce entre ellas una primera clase de dos quilates de peso. Todas las esmeraldas, con excepción de la que va en el centro, de una  hermosa marquesa de brillantes que está colocada en la parte superior de la aureola, fueron tomadas de una media luna antigua perteneciente a la Virgen, y de varias joyas obsequiadas por sus devotos. Los brillantes, en su mayor parte, fueron comprados en Bogotá para el embellecimiento de la joya; otros también obsequiados a la Virgen por devotos suyos.

La corona del Niño tiene 29 brillantes y 16 esmeraldas, piedras que han tenido idéntica procedencia que las de la corona de la Virgen.

Las coronas están adornadas únicamente con brillantes y esmeraldas. Para su construcción se tuvieron como base varias piezas que hacían parte de la media luna ya mencionada. Se quiso conservar en la corona lo que tuviera valor real o artístico de la media luna, joya que tiene más de 300 años de antigüedad, y en la que llama la atención algunos esmaltes.

El diseño de la corona es obra del ilustre artista colombiano D. Ricardo Acevedo Bernal.

El dibujo y la parte cincelada de las coronas fueron ejecutadas artísticamente por el Hermano Benjamín, en el taller del Instituto Técnico Central, dirigido por los Hermanos Cristianos.

Las monturas de los brillantes y de algunas esmeraldas han sido fabricadas por joyeros de la ciudad.

La combinación y distribución de las piedras, así como el conjunto y terminación de la obra, fueron dirigidas gratuitamente por el comisionado especial* del ilustrísimo señor Maldonado, Obispo de Tunja, y del ilustrísimo señor Herrera, Arzobispo de Bogotá, Primado de Colombia.

La corona es una preciosa joya que tiene, entre  otros méritos, el de haber sido fabricada en Bogotá, en poco tiempo, y el reunir todas las condiciones apetecibles de arte y de valor.

Manuel M. Madero G.

* El comisionado fue el mismo señor madero, autor del escrito, quien modestamente oculta su nombre.


Tomado de fray Antonio M. Sierra, O.P. Reseña histórica sobre la coronación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Talleres Tipográficos de La Rotativa 1921.



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