Foto Julio Ricardoa Castaño Rueda. |
San Anselmo (1033-1109). Benedictino, arzobispo de Canterbury, doctor de la Iglesia
¿Cómo hablar dignamente de
la madre que ha dado a luz a mi Señor y mi Dios? Por su fecundidad fui liberado
de mi cautividad, por su parto fui rescatado de la muerte eterna, por su Hijo
fui levantado de mi ruina y llevado del infortunio hacia la bienaventurada
Patria. ¡Oh bendita entre todas las mujeres! Es el fruto bendito de tu seno (Lc
1,42) que me ha dado todo eso por el renacimiento del bautismo. Me lo ha dado
en la realidad presente o en esperanza. Aunque fui yo mismo que me privé de
todo por mi propio pecado, al punto de estar vacío y al límite de la
desesperación. Siendo mis faltas perdonadas,¿ sería yo ingrato hacia la que
tantos bienes me llegan gratuitamente? ¡Dios me guarde de agregar esta
injusticia a mis iniquidades!