Nuestra Señora del Rosario
de Chiquinquirá (Mamá Linda Renovada) Patrona de Villa de Leiva. Boyacá, 1844.
Por Julio Ricardo Castaño Rueda
Sociedad Mariológica Colombiana.
El
Real Monasterio de San José del Carmen de Villa de Leiva guarda un capítulo
vital de la historia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el lienzo
de Mamá Linda Renovada.
Esta
pieza ilustra perfectamente el enigma de la renovación de una pintura, el 27 de
diciembre de 1836, en el llamado Solar de Castilla en América.
Si
bien el prodigio iluminó las conciencias de un pueblo devoto de la Patrona , no logró el
arraigo profundo que necesita una devoción para vivir como parte integral del
vocabulario cultural de los raizales.
A
finales de diciembre de 2016, escasamente algunas personas sabían que Mamá Linda Renovada está al
cuidado de la Orden
del Carmen. Y los menos informados no comprendían cómo se le rendía culto a la Virgen de Chiquinquirá en
“el Templo del Carmen”.
La
explicación requería tiempo porque no es el “Templo del Carmen” sino la Iglesia de Nuestra Señora
de Chiquinquirá anexada al Monasterio del Carmen. La edificación fue construida
con avemarías sobre la calle 14, según lo establecen las crónicas de la época,
la particular capilla varió, por si las dudas, el diseño urbanístico de la
ciudad de don Venero de Leiva.
Las
obras fueron dirigidas por fray José Joaquín Páez Murcia, un dominico, como lo
atestigua la estatua de Santo Domingo sobre la puerta de Santa Teresa. El apoyo
espiritual y material lo generó la inmensa pobreza de las carmelitas descalzas.
La morada de la Patrona
se terminó en 1850. La ceremonia de consagración la realizó el obispo de Santa
Marta, fray Bernabé Rojas, O.P., el 31 de julio de 1855.
Sobre
el desarraigo, el padre Rafael Mejía, O.D.C., explicó: “La gente confunde a
Mamá Linda con la Virgen
del Carmen. No hay devoción a Mamá Linda Renovada. La devoción se quedó en las
monjas. En los últimos 47 años no hemos querido promocionar la advocación
porque están muy cerca las fiestas patronales de Chiquinquirá y del Carmen (9 y
16 de julio). Sin embargo, todos los martes,
a las seis de la tarde, ofrecemos el rosario y la misa en honor a la Virgen de Chiquinquirá”.
El
tema chiquinquireño sigue su modesta trayectoria contra el olvido gracias a los
esfuerzos de las carmelitas descalzas. La priora del monasterio, la madre María
Regina del Rosario, sintetizó el momento con una frase que resume la
pervivencia del lienzo en los afectos monacales: “Mamá Linda Renovada es la
consentida del Carmelo”.
Y
explicó, “mi devoción por ella no era muy profunda, pero cambió por lo que he
observado. La quiero muchísimo porque la renovación es una cosa cierta”. Como
investigadora tiene acceso al archivo donde reposan decenas de documentos
auténticos que atestiguan el proceso de renovación del lienzo en diferentes
épocas y de forma continuada.
Algunos
de esos testimonios fueron escritos por hechos sacrílegos. El primero ocurrió
el 28 de mayo de 1960, cuando los ladrones rompieron el cristal de protección
para llevarse las joyas. Las huellas del delito causaron heridas en la pintura
que misteriosamente se fueron cerrando.
La
madre comentó: “Yo recuerdo, cuando ingresé al Carmelo, que la hermana
Magdalena de Jesús Crucificado iba anotando los nuevos cambios en el cuadro.
Ella presentó un listado de datos comparativos de la renovación en las partes
afectadas por causa del maltrato del robo en las figuras de la Virgen , los edecanes, san
Antonio de Padua y san Andrés apóstol, el rosario y el rostro del niño Jesús”.
La
superiora rememoró que, en la mañana del 25 de marzo de 1980, la hermana
sacristana encontró la puerta del sagrario destruida y el vidrio, protector del
cuadro de Mamá Linda Renovada, roto. El hampa, motivada por el lucro feroz,
arrancó los tornillos que sostenían las joyas. La acción demencial rasgó una
parte de la frente de la imagen de la
Virgen , que después se renovó. “Lo interesante fue que no le
pasó nada al lienzo porque ha debido quedar destruido producto del acto
vandálico que al sacar las gemas rompía la delicada tela”.
La
devoción por Mamá Linda Renovada creció al conocer los detalles del fenómeno y
ella le confió su salud a la Santísima Virgen María. “Me sentía muy enferma y
no quería ir al médico porque amo mi vida de clausura. Entonces, le pedí que me
acompañara como a tantas hermanas en el pasado. A los tres días estaba bien y
tengo una salud buenísima. Le hice una novena de un avemaría porque los oficios
del cargo no dejan espacio y le decía: Mamá Linda Renovada tú has estado
presente en las grandes necesidades”. Eso bastó para sanar.
Su
mística científica la llevó a estudiar la tela del cuadro que tiene muchos
remiendos y está pegada con cola sobre una tabla de madera. La observación
detallada le permitió determinar que la pintura sigue intacta dentro de un
ambiente deteriorado por el abandono que sufrió en los siglos pasados. “Por eso no hemos dejado que nadie la toque.
Recogimos esa tradición, la de ningún arreglo”.
Y
así, a grandes pinceladas, queda esbozado el principio de una respuesta que
continuará en las próximas entregas. El padre Mejía agregó: “es un misterio el
porqué esta advocación no ha tenido mayor arraigo. Es un privilegio de las
monjas carmelitas de Villa de Leiva. No sabemos que querrá la Virgen. La Virgen tiene sus
predilecciones”.
En
conclusión, la Virgen
de Chiquinquirá, Patrona del Cantón Leivano, decidió hacerse carmelita
descalza.
Un agradecimiento infinito a la comunidad del carmelo por sus oraciones diarias por la humanidad entera, gracias por su amor a los peregrinos en su capilla perfecta en todo sus cantos celestiales gracias por trasmitirnos su amor a mamá linda renovada.
ResponderEliminargracias por la sociedad mariologica por recordarnos e infundirnos el amor a la patrona y reina de colombia la virgen del rosario de chiquinquira, y en su advocacion mamá linda renovada
GRACIAS
Gracias por tan bello testimonio de gratitud, Bendiciones
ResponderEliminar