Por Julio Ricardo Castaño
Rueda
Sociedad Mariológica
Colombiana
La séptima peregrinación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá a
Bogotá, la ciudad de la Inmaculada
Concepción , redacta un capítulo histórico para el libro de
sus salidas del santuario boyacense.
La visita en helicóptero de la Santísima Virgen ,
que precede al encuentro con el santo padre Francisco, son dos circunstancias
extraordinarias que ocurren en el primer paso hacia la paz.
El magno acontecimiento requiere de una súplica humilde, pero imperativa
por su característica de urgencia manifiesta. La petición consiste en recibir a
la Reina del
Cielo con aires musicales vernáculos.
Dios quiera que la organización del evento omita, por caridad cristiana,
a los mariachis con sus canciones como Guadalupana,
Las mañanitas y de ñapa el Ave María de Fátima y serenatas con
música foránea.
Por favor dejar de justificar el pecado contra la nacionalidad con frases
de Perogrullo como: “es la misma Virgen”. La mariología chiquinquireña requiere
de su espacio íntimo porque tiene una historia propia documentada y repleta de
identidad que se desborda por los siglos de la romería con su bagaje cultural. La Virgen Nacional expresó su
mensaje teológico en la renovación de la pintura plasmada en una manta de
algodón, el 26 de diciembre de 1586.
Los mexicanos, defensores de lo autóctono, no cantan el himno mariano Reina de Colombia en el santuario del
Tepeyac, el 12 de diciembre. Ante esa realidad patriótica, bien vale la pena
rescatar la axiología musical del compositor colombiano.
Guabina chiquinquireña
Chiquinquirá, cantos de romería
Los promeseritos
El Cuchipe
En la romería. Bambuco del maestro
Alejandro Wills
Mi guabinita
Viva la fiesta, torbellino
Guabina a la Virgen de Chiquinquirá
El Ave al Santuario de
Chiquinquirá
Ave María, venid colombianos
La promesa a la Virgen , acuarela musical. Partitura del maestro
Guillermo Quevedo Zornoza.
Fiesta chiquinquireña. Autor: el maestro Oriol Rangel
Rozo
Escenas pintorescas de Colombia.
Autor: el maestro Luis Antonio Calvo.
El tiple chiquinquireño, famoso fuera de las
fronteras, pide de hinojos una plegaria musical para su Chinca.
Estoy de acuerdo, pero el viejo tendría que ir a Chiquinquira!!!!
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