Himno de maitines en el oficio litúrgico
de la Virgen
de Chiquinquirá (9 de julio). Traducción al castellano por Rafael Torres
Quintero.
¡Oh
Virgen, bella flor de nuestra tierra.
Par
quien templo artístico se alza,
Eres
tú nuestra honra y firme apoyo
Y
como madre nuestra fe te ensalza!
Tu
imagen renovada en burda tela
Con
milagrosos rayos resplandece;
Y,
prenda cierta de eternal ventura,
A
tus amantes hijos aparece.
Con
entusiasmo, unánime la Patria
Te
forjó una diadema de rubíes;
Y
con férvido amor ciñó tu frente
De
Madre que tierna nos sonríes
Reina
te aclaman vocingleras turbas
Y
alegras coros de infantiles voces;
La
tierra colombiana sólo anhela
Que
en ella el culto merecido goces.
Hay recias olas nuestra frágil nave
Amenazan
lanzar contra rocas:
Tiende
piadosa tu materno cetro
Y
apacigua del mar las iras locas.
Mira
cuál ruge el que rebelde al yugo
Sacros
derechos conculcar intenta;
Guarda
a la Patria ,
oh Madre, y por tu gracia
De
guerra cruel evítanos la afrenta.
Cándidas
flores nuestro suelo brote
Y
ellas humildes tus altares ornen;
Pueda
la tierra producir nutricia
Divinos
lirios que tu planta adornen.
Gloria
a Jesús, Gobernador del orbe,
Que
es por derecho Rey de nuestras almas;
Al
Espíritu Divino y al Padre,
Dador
de todo bien, rindamos palmas.
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