“Porque tú
eres mi roca y mi fortaleza”. (Salmo 31-3).
Foto: Julio Ricardo Castaño
Rueda.
“El tres de
diciembre de 1753, habiendo llegado Rosa Nieto a una quebrada que llaman la Moya a lavar ropa y estando
lavando vio frente a ella entro de la misma agua una piedrecita que
resplandecía, lo que le movió a agacharse y a seguir mirándola con cuidado. Le
pareció tener estampado el rostro de Nuestro Señor, y habiéndomela traído llegó
a casa… de donde mismo vive y mostrándome
a mía Rosa Pérez y Francisca Rubiano esta piedra y diciéndome que era Nuestro
Señor, y yo y las mujeres no reconocimos por entonces nada y esta Rosa guardó
su piedra, afirmándose que era Nuestro Señor. Y lo que yo digo lo juro en verbo
sacerdotal que se veía no muy perfecto y algún resplandores y no más, Motivo de
no haber hecho caso de ello, después pasarían 15 días cuando volvió a mostrarme
la piedra y reconocí yo y muchas personas, vecino e indios como estaba
empezándose a figurar un señor sentado en la piedra, y notificándome a ello y
ver que la vista no me engañaba y preguntando a las personas que lo miraban,
afirmanse a que veían, un señor sentado a la piedra, di permiso por hallarme
aquí en otro pueblo asistente de cura que a la presente lo es él D.D. Nicolás
de Vargas… Por hallarse a la presente de Rector del Colegio de Nuestra Señora
del Rosario en la Ciudad
de Santa Fe… a que esta Rosa lo pusiera en la Iglesia y le encendiera
luces y reconociendo cada día mayor perfección y devoción, y lo que puedo
asegurar de mí que cuantas veces lo miro, tantas veces me mueve a devoción y
voy viendo en tan poco tiempo el adoramiento a esta imagen: Doy esta anoticia
porque me he hecho el juicio a que con el tiempo llegaría a mayor perfección
para que sepan su origen. Doy esta noticia que llevo referida, su grandor como
lo diría el cajoncito en donde está, es tanto de ancho como de largo, y la
parte de abajo señala algunas puntas, tiene tres dedos de grueso por la parte
donde está el Señor de la
Piedra como sepillada y por la parte de la espalda es
berrugienta ye n el medio le señala como una concha, su grandor es este.
Hoy lo
certifico en este otro pueblo de Sopó, en dieciséis días del mes de marzo de
1754. Raimundo Forero de Chaves”.
Colaboración
del Santuario del Señor de la
Piedra. Sopó , Cundinamarca. (sopo-cundinamarca.gov.co).
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