Por Julio Ricardo Castaño Rueda
Sociedad Mariológica Colombiana
“A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace devoto de la Virgen María” San
Luis María de Montfort.
Nuestra Señora de la Peña vive en el olvido
bogotano como si su real patronazgo no formara parte del acervo cultural de la
ciudad. Sus partidarios son tan escasos que encontrar uno es un tesoro.
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Don Jorge y su Patrona. Foto archivo particular. |
La gracia del Espíritu Santo, que actúa en
la conciencia de la esperanza, permitió esa alegría. Alguien conoce el rincón colonial. Alguien, no
residente en los barrios aledaños a Los Laches, investiga y predica las mercedes
de la Virgen de la Peña.
Parecería algún caso de serendipia porque
no es usual que, en estos tiempos de videntes y aspavientos apocalípticos, se
encuentre una tarea investigativa que acerque a los fieles a la sana doctrina de
la Iglesia, ciencia y catecismo.
En contraposición a los agoreros, don Jorge
Castro Fresneda recibió como herencia familiar un legado histórico valiosísimo:
una pieza de la identidad de sus mayores. La tradición de fidelidad al
evangelio de Cristo le permitió indagar en la intercesión de María Santísima y
vivir el catolicismo de la mano de la Madre de Jesús, escuela de santidad.
El señor Castro decidió compartir su labor
con la Sociedad Mariológica Colombiana. Tarea que se coloca en conocimiento de
los lectores como un ejemplo de compromiso con un patrimonio de la fe nacional:
Nuestra Señora de la Peña.
Castro tuvo la gentileza de contestar unas
preguntas sobre sus actividades marianas en torno del santuario. Con esta
primera entrega se le da la bienvenida al servicio de la mariología de Bogotá,
la urbe de la Inmaculada Concepción.
¿Cuál es el origen de su devoción
por Nuestra Señora de la Peña?
“El origen de mi devoción por Nuestra señora de la Peña comenzó por un infortunado
accidente que sufrió mi madre, que en el año de 1962 rodó por unas escaleras
desde un segundo piso en nuestra casa de Fusagasugá, quedando bastante
lesionada en sus caderas y piernas. Después de visitar varios médicos, con un
diagnóstico bastante devastador, al no poder volver a caminar. Sin embargo, no
se dio por vencida y decidió pagar un viaje expreso desde Fusagasugá hasta
Bogotá en donde visitó a Nuestra Señora de la Peña a quien fervientemente le
pidió por su pronta recuperación y se hizo el milagro. Desde entonces cada primero
de enero en acción de gracias visitamos el santuario en familia.
Es decir, que desde que tengo cinco años de edad he visitado el santuario y
venerado a Nuestra señora de la Peña. He sido testigo de sus milagros y eso me
ha llevado a indagar más acerca de su aparición. Y mi promesa, durante todos
estos años, es que todos la conozcan y visiten el santuario.
Mis padres siempre fueron devotos de Nuestra Señora de la Peña, tanto así
que mi padre en vida anunció que su fallecimiento sería el mismo día de la ascensión
de la Virgen al cielo y milagrosamente su deseo se cumplió al fallecer el 15 de
agosto de 2000”.
¿Por qué decidió desarrollar una
investigación sobre esa advocación?
“Decidí desarrollar la investigación a raíz de que al nombrar a Nuestra Señora
de la Peña muchas personas, principalmente de la capital del país, desconocían
su existencia y con el paso de los años, disminuía la cantidad de visitantes al
santuario. A su vez el material con las imágenes que se podían adquirir en el
santuario dejó de producirse por falta de recursos. De ahí nació la idea de que con recursos
propios reproducir la imagen con la oración al respaldo y regalarla en cada
eucaristía, también a cada persona con quien he tenido la oportunidad de
conversar acerca de Nuestra Señora de la Peña”.
¿Qué fuentes ha utilizado?
“Conservo en mi poder un folleto con la historia y novena de Nuestra Señora
de la Peña de los años ochenta y también un libro pequeño que data del año 1895”.
¿Qué metodología ha implementado
para desarrollar su investigación?
“Principalmente la indagación con base en la información obtenida del libro
en mención. A su vez, he dialogado con casi todos los sacerdotes que han estado
a cargo del santuario, evidenciando un fuerte desconocimiento por parte de
ellos, situación que me ha motivado aún más en mi labor”.
¿Qué material, digno de estudio,
conserva en su archivo?
“Los mencionados anteriormente: folleto con la historia y novena regalo de
mi difunta madre y el libro: Historia metódica y compendiosa del
origen, aparición y obras milagrosas de las imágenes de Jesús, María y José de
la Peña que se veneran en su ermita extramuros de la ciudad de Santafé de
Bogotá, Provincia de Cundinamarca en la Nueva Granada. Imprenta de C. B.
Espinosa. Autor: P. Juan Agustín Matallana. Edición
de 1895”.
¿Ha recibido favores de Nuestra
Señora de la Peña?
“En noviembre de 1978, aproveché mi devoción a la Santísima Virgen, bajo su
advocación de Nuestra Señora de la Peña, y le pedí con fe una buena esposa y se
me hizo el milagro.
Hace 30 años mi esposa sufrió un accidente de automóvil y le iban a amputar
una pierna. Le pedimos con fe a Nuestra Señora de la Peña y en lugar de la
amputación le pusieron un aparato para reconstruirle la pierna.
Años más tarde, y después de haber conformado una familia maravillosa con
nuestras tres hermosas hijas, nuestro anhelo fue tener un varón en casa y así
fue. Con mi esposa le pedimos con devoción y 10 años después de nuestra hija
menor, nació nuestro hijo.
En hechos más recientes (año 2014) mi esposa fue diagnosticada con osteomielitis
o cáncer de hueso en la pierna que sufrió a causa del aparatoso accidente, veinticinco
años antes. Después de los exámenes, el diagnóstico fue desalentador, debían
operar con el riesgo de amputación.
Nuevamente recurrimos con fe a Nuestra Señora de la Peña. El 2 de febrero
de 2014 se realizó la cirugía en la Clínica Palermo. El ortopedista, Álvaro
Triana, al abrir la pierna no encontró nada y según sus propias palabras había
sido un milagro. Tuvo que suspender la cirugía porque no tenía nada que operar.
Otro acontecimiento reciente. Estando en la finca, en labores del campo, me
cayó espermicida en los ojos y milagrosamente no quedé ciego. Tengo en esa
propiedad un cuadro grande de Nuestra Señora de la Peña y fui a pedirle con fe”.
¿Cuántas veces ha visitado el
santuario y qué actividad desarrolló?
“Todos los primeros de enero desde 1962. Si la fecha coincidía con el día
domingo porque solo se celebra la eucaristía ese día. Alrededor de hace unos quince
años comencé con la impresión de las estampitas de Nuestra Señora de la Peña
que he venido regalando.
Cuando se trata de personalidades obsequio un cuadro, tal como lo hice en
un evento en el Hotel Sheraton en Bogotá. Le regalé un cuadro de Nuestra Señora de la
Peña al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Aún recuerdo como su equipo de
seguridad le realizó la respectiva inspección antiexplosivos.
¿Cuántas veces ha visitado la Ermita
Vieja?
“A la Ermita Vieja solo he ido cuatro veces. La primera en compañía de mi
madre siendo tan solo un niño y las tres veces siguientes en peregrinación”.
¿Qué otra tarea realizó para
propagar la devoción?
“Cómo ya lo he mencionado anteriormente la reproducción de la imagen de
Nuestra Señora de la Peña con su oración al respaldo, cuadros y un video hecho
por mi hijo Jensen Castro en colaboración con mi hija Yetsika Sahner.
También envié un email a la National Geographic para que visitara el santuario y le hicieran un
reportaje a Nuestra Señora de la Peña, lamentablemente no recibí respuesta
alguna. Finalmente creé la página de facebook”.
¿Qué labor ejecuta actualmente en
beneficio del santuario?
“El mantenimiento de la página de facebook
‘Nuestra Señora de la Peña’ y la reproducción de las estampitas”.
¿Cuál es su mayor logro
investigativo con relación a la Virgen de la Peña?
“Logré saber que la aparición de las imágenes talladas en la roca, no solo
se trataba de Nuestra Señora, el Niño Jesús, san José y el arcángel san Miguel,
sino que también la acompañaban, el arcángel, san Gabriel y san Rafael, entre
otros ángeles y querubines. Los cuales fueron destruidos a causa de fuertes
terremotos.
¿Pertenece o perteneció al grupo
parroquial del Santuario de la Peña?
“No”.
Gracias, don Jorge. La
academia de estudios marianos puede contar con sus crónicas dedicadas a un tema
vital, el conjunto escultórico de la Virgen de la Peña. Ella es parte integral
de una herencia divina tallada en piedra.
Qué alegría haber encontrado a Don Jorge cuyo amor a Nuestra Señora de la Peña se vislumbra en este relato. Esperamos seguir contando con su apoyo para dar a conocer este portento tan grande y desconocido en nuestra ciudad.
ResponderEliminarTambien soy devota de la virgen de la peña y es muy milagrosa en especial con los hogares
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