El Pontífice recuerda los varios documentos en los que Pablo
VI habló sobre la Virgen
y su papel en la Iglesia ,
al tiempo que expresa que no fue por casualidad que la clausura del Concilio
Vaticano II haya sido en el día de la Inmaculada Concepción ,
en la cual confió a la Virgen
el destino de la Iglesia.
"En esa solemne e histórica ocasión, el beato Pablo VI quiso encomendar a
María toda la Iglesia
como Madre de Dios y Madre espiritual nuestra".
"Después del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización ,
en la
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, -añade- también yo
he confiado el camino de la
Iglesia a la materna y premurosa intercesión de María,
recordando a todos los creyentes que "hay un estilo mariano en la
actividad evangelizadora de la
Iglesia' ", expresó el Papa Francisco.
El Papa invitó a los miembros de las Academias pontificias a
seguir aprendiendo de la Virgen ,
a "admirar y contemplar su belleza, de dejarse guiar por Ella que nos
conduce siempre a la fuente original y a la auténtica plenitud, infinita
belleza, la de Dios, que se nos revela en Cristo, Hijo del Padre e Hijo de
María".
Antes de concluir, el Pontífice asignó el Premio de las
Academias Pontificias a la Asociación Mariológica Interdisciplinaria Italiana,
sobre todo por la publicación, de más de veinte años, de la revista Theotokos,
y la Medalla
del Pontificado al Centro mariano de difusión cultural, de los Servicios de
María, de México.
Con información de Radio Vaticano
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el
enlacehttp://es.gaudiumpress.org/content/64969#ixzz3Kag3mpIr
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