San Pío
de Pietrelcina (1887-1968)
GC,21; AdFP,563;
GC,24
María, la Madre de Jesús sabía bien que la
redención se realizaría por la muerte de su hijo; y a pesar de ello ¡cuánto
lloró y sufrió!
Si el Señor se os manifiesta, dadle
gracias; y si se esconde, haced lo mismo; todo eso no es más que un juego de
amor. Que la Virgen María en su gran bondad continúe alcanzándoos del Señor la
fuerza para soportar sin doblegaros las numerosas pruebas de amor que él os da.
Deseo que lleguéis incluso a morir con él en la cruz, y que con él podáis
llegar a exclamar: «Todo se ha cumplido.» (Jn 19,30)
Que María transforme en gozo todos los
sufrimientos de tu vida.
Con María, el dolor adquiere sentido y es fácil asumirlo.
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