1. Bendito seas Señor, y
Padre que estás en el cielo,
Origen de todo bien, dador de
todo consuelo,
Porque en tu infinita bondad,
Nos has reconciliado contigo
y entre nosotros,
Por medio de Jesucristo, tu
divino Hijo.
Ayúdanos a cumplir tu
voluntad
Para que venga a nosotros
Tu reino de justicia, de amor
y de paz.
Te pedimos confiadamente que la Misión de Reconciliación
Nacional,
Promovida por los obispos de
Colombia,
Penetre muy hondo en los
corazones de todos los colombianos,
Y que tu mensaje de
fraternidad y perdón
Haga superar las diferencias,
las enemistades, los antagonismos,
Y refuerce la voluntad de
entendimiento y compresión.
Te suplicamos que, con la
ayuda de tu gracia,
El lema “por la Reconciliación a la Paz ”
Se haga vida en los
individuos, en las familias y en la sociedad.
2. Conviértenos a ti, Padre de misericordia.
Haznos sentir el gozo del
perdón recibido
Para que sepamos compartirlo
con los demás.
Renuévanos con tu Espíritu
Para que sepamos descubrir la
novedad evangélica:
“Bienaventurados los que
trabajan por la paz” (Mt 5, 91).
Ayúdanos a contemplar en el
rostro de Cristo,
Crucificado y Resucitado,
El misterio de nuestra
reconciliación,
El amor sin límites que
excluye toda violencia,
La fuente viva de un perdón
que abarca también a los enemigos,
Para que como hijos del mismo
Padre,
Podamos todos reconocernos
hermanos en su nombre.
Por su Sangre redentora,
Haz que cesen las violencias
y las venganzas,
Que provocan espirales de
odio
Y siembran destrucción,
terror y muerte.
3. Te pedimos que todas las
familias de Colombia,
Superadas las horas aciagas
de dolor y de llanto,
Puedan gozar de la paz que Jesús
nos dejó;
Que en sus hogares, en los
que florezcan las virtudes cristianas,
Los hijos crezcan sin
incertidumbres ni temores,
Preparándose para contribuir
a forjar una sociedad más justa y fraterna.
Concede a los gobernantes,
Responsables de una Nación
que se honra de su fe cristiana,
Energías espirituales y
morales
Para servir a la gran causa
del bien común;
Que abiertos a las exigencias
de tu Palabra,
Sean siempre sensibles a los
anhelos de todo un pueblo,
Que quiere y necesita la paz.
Ilumina a todos los hombres
de buena voluntad
Para que, movidos por tu
mensaje de misericordia y de perdón,
Se convenzan cada vez más de
la esterilidad de la violencia,
Que tantas heridas ha
producido,
Y que no es camino para una
paz justa y duradera.
4. Que los pastores de la Iglesia en Colombia,
Los sacerdotes, religiosos,
religiosas y todos los fieles,
Sean signo e instrumento de
reconciliación,
Para que la acción
evangelizadora, nueva en su ardor,
Sea fecunda en frutos de
perdón y de concordia,
De justicia y de paz.
Que el amor a la Virgen María , Nuestra
Señora de Chiquinquirá,
Reina y Patrona de Colombia,
Suscite en todos los
colombianos
Sentimientos de fraternidad y
armonía,
Para consolidar la Nación como una gran
familia
Que quiere vivir, desde la fe
cristiana,
La civilización del amor.
Te lo pedimos Padre de
Bondad,
Con la fuerza de tu Espíritu,
Por mediación de Jesucristo,
Príncipe de la Paz
Y fuente de nuestra
reconciliación. Amén.
Juan Pablo II.
Publicado por Secretariado Permanente
del Episcopado Colombiano en el Catecismo por la reconciliación a la paz.
Impreso por editorial Kimpres
Ltda. Bogotá, marzo de 1991.
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