Nuestra Señora de la Peña, Patrona de Bogotá. Foto Julio Ricardo Castaño R.
Espíritu Santo, concédeme para mí, para mi esposo y mis hijos por mediación
de la Santísima Virgen de la Peña, aquellos dones divinos con que
fortalecisteis a los apóstoles; aquellas gracias poderosas que iluminan el
entendimiento, fortalecen la voluntad y vencen gloriosamente la concupiscencia.
Concededles el don de una clara inteligencia, el conocimiento del bien y la
buena voluntad de ejecutarlo. Tomad, oh Madre Amorosísima de la Peña, bajo
vuestra protección poderosa, libradlos de caer en los lazos de la seducción
con que el enemigo intenta hacerlos caer en el pecado. Hacedlos humildes,
honrados, temerosos de Dios, amantes de la virtud y de la religión. Dadles
gracias para vencer sus vicios y pasiones, y a mí concededme la gracia y el
acierto necesario para dirigirlos y hacerme obedecer de ellos.
Así lo espero de vuestra bondad, oh Madre de Dios y Madre nuestra. Amén.
Bogotá, agosto 6 de 1974
Joaquín García Ordóñez,
Administrador Apostólico
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