jueves, 27 de octubre de 2016

A Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá



Reina Madre del Rosario de Chiquinquirá, bella flor de nuestra tierra, renovada en destellos de luz y de hermosura, luces radiante en tu imagen soberana los colores del patrio pabellón. Eres tú nuestra gloria y el orgullo de nuestra raza, madre de Dios y madre nuestra. En rústico lienzo tu rostro se ilumina y renuevas tu imagen en celestial fulgor, dando a tus hijos la graciosa prenda de la luz inmortal de tu Hijo Salvador.

Ciñe tus sienes la real diadema que corona tu hermosura y tu maternal bondad, símbolo fiel de nuestro entrañable afecto y de tus hijos el filial  amor. A ti te cantan celestiales voces que te aclaman por Reina de la Paz y el pueblo entero jubiloso te presenta el don de su fervor. En los difíciles tiempos de dolor y angustia, tú que eres Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, extiendes tu cetro soberano y cubres gloriosa con tu egregio manto a todos los que sufren la tribulación.

Hermosas flores mezcladas con tierra colombiana dieron a tu precioso lienzo celestial color; brote la tierra perfumadas flores que rinden culto a tu sagrada imagen, madre llena de gracia y de virtud. Tu divina presencia renovada, Reina Madre bendiga nuestra amada tierra y renueve a tus hijos en la luz de la verdad.

Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, inagotable fuente de gracia y de ternura; recibe complacida Madre y Señora, la humilde romería de nuestro inquieto corazón que llega peregrino a tu Santuario, casa del consuelo y la alegría, donde tú, Oh Madre Clemente y pía, escuchas nuestros clamores. Amén. 

Tomado de un volante entregado por los padres dominicos en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá el 25 de diciembre de 2014.





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