jueves, 28 de noviembre de 2013

La Virgen de Chiquinquirá


Por Manuel Alcántara


“…Con la sangre de zumos vegetales
Con materia de patria colombiana,
Naciste de un pincel una mañana,
Espejo de virtudes teologales.

No tuviste vidrieras de cristales
Ni te anunció un repique de campanas
Peregrinos romeros con su ruana
Grabaron al amor tus iniciales…”

Tiempo y soles dejaron su vestigio,
Era solo una tela gris; muriendo,
Y el lienzo fue testigo del prodigio

Surgió la Virgen de la tela oscura,
Fronteriza del aire, renaciendo,
Desde el antiguo amor de la pintura.

 2

Está detrás del mar. Anda en el viento
Entre sones de tiples venerada,
Pero queda su imagen reflejada
Siempre en una pared del pensamiento.

La colombiana brisa con su aliento
Llega hasta mi Castilla desgarrada,
Y me cuenta su historia renovada
El aire de un bambuco que presiento.

Sobre aquel lienzo humilde y desvaído,
Sobre la tela frágil y sin arte,
Se derramó la sangre del olvido.

Y para solear trigo servía,
Hasta que una mujer vino a rezarle.
(De aquella casta de Isabel sería).

3

Chiquinquirá nos abre una ventana
Para asomarse a Dios. Por el cuadrado
De un lienzo humilde, antiguo y mal pintado
Amanece la Virgen colombiana.

Clausura fue de Dios una mañana
-Dios estuvo en su vientre clausurado-
Cuando volvió el color, resucitado,
Resonó el monte igual que una campana.

Torbellinos contaron y guabinas
El celeste portento milagroso
Se puso en pie Colombia en sus colinas.

De pronto en Tunja floreció un sendero.
Un río se olvidó de su reposo
Y con ruana el amor se hizo romero.

4
Tú que habitas, María, tu clemencia,
Propulsora del agua y los jazmines,
Inúndame la sangre y sus confines,
Desconsolada tierra de mi ausencia.

Tu corazón es roja permanencia
Prorrumpe enamorado en su carmines,
Mientras inventa el pecho altos jardines
Donde crece más pura tu presencia.

Dios nos dejó su imagen y su aliento,
Celeste privilegio colombiano,
Intermediaria Suya por el viento.

Iluminada está la senda oscura
Y la Virgen nos lleva de la mano
Por el camino azul de la ternura”.


Tomado de la revista Las Lajas. Julio de 1957, nro 96.

jueves, 21 de noviembre de 2013

“…Me llamarán Bienaventurada todas las generaciones…”



Julio Ricardo Castaño Rueda
Sociedad Mariológica de Colombia

Hoy, en la Colombia diversa, es común referirse a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, por medio de una especie de mote coloquial: “mamita María”.

El uso indiscriminado de la muletilla justifica la mediocre pasión por la banalidad. Los casos se multiplican con la fuerza arrasadora de la televisora. Las gentes cándidas suelen repetir cual aves psitaciformes, llamadas loras, lo que oyeron. Así, no es extraño que el término “mamita María” haga carrera entre las voces del embuste.

Los directores de ciertas agrupaciones de rezanderos, asociaciones de ley y sin Dios, lanzan frases de este calibre: “…Mamita María y el arcángel san Miguel se me aparecieron anoche en la sala de la casa y me dijeron que un terremoto destruirá a Bogotá…” “…Mamita María me puso en los labios que no te hables con la señora del 412 porque vive en unión libre…” “…Mamita María va a ser un milagro el próximo 13 en la casita de san José…”  “…Mamita María me regaló escarcha azul para la buena suerte…”

A estas alturas del texto  “…no saben las almas ni los ojos. Si admiración o espanto. Sentir o padecer…” según se canta en la tercera estrofa del Himno Nacional. Admiración por la inmensa capacidad para ignorar la sana, rica y extensa doctrina sobre el tema o espanto por la cantidad de sofismas predicados detrás de una inocente camándula.

¿Será mucho pedir que al menos se tenga en cuenta la Sagrada Escritura en los pasajes del evangelista san Lucas (1,27) donde dice: “…La Virgen se llamaba María…” y más adelante, en Lucas  (1,48), la Reina del Cielo proclamó: “…Desde ahora me llamarán Bienaventurada todas las generaciones…”  Y que por sintaxis se puede decir sin temor a equivocarse: “La Bienaventurada Virgen María”.

La petición se hace con base en lo expuesto por su Santidad Pablo VI en la Exhortación apostólica marialis cultus para la recta ordenación y desarrollo del culto a la Santísima Virgen María. 

“…38. Después de haber ofrecido estas directrices, ordenadas a favorecer el desarrollo armónico del culto a la Madre del Señor, creemos oportuno llamar la atención sobre algunas actitudes culturales erróneas. El Concilio Vaticano II ha denunciado ya de manera autorizada, sea la exageración de contenidos o de formas que llegan a falsear la doctrina, sea la estrechez de mente que oscurece la figura y la misión de María; ha denunciado también algunas devociones culturales: la vana credulidad que sustituye el empeño serio con la fácil aplicación a prácticas externas solamente; el estéril y pasajero movimiento del sentimiento, tan ajeno al estilo del Evangelio que exige obras perseverantes y activas. Nos renovamos esta deploración: no están en armonía con la fe católica y por consiguiente no deben subsistir en el culto católico. La defensa vigilante contra estos errores y desviaciones hará más vigoroso y genuino el culto a la Virgen: sólido en su fundamento, por el cual el estudio de las fuentes reveladas y la atención a los documentos del Magisterio prevalecerán sobre la desmedida búsqueda de novedades o de hechos extraordinarios; objetivo en el encuadramiento histórico, por lo cual deberá ser eliminado todo aquello que es manifiestamente legendario o falso; adaptado al contenido doctrinal, de ahí la necesidad de evitar presentaciones unilaterales de la figura de María que insistiendo excesivamente sobre un elemento comprometen el conjunto de la imagen evangélica, límpido en sus motivaciones, por lo cual se tendrá cuidadosamente lejos del santuario todo mezquino interés…”

Pero la documentación no tiene cabida entre las poltronas de la beatería esnobista. Se alega, para justificar el desastre conceptual, que el tema de “mamita María” es parte de la piedad popular… lo cual es un infundio total.

La piedad del pueblo empieza en donde la tradición mantiene vigente la oración de los humildes. En esos lugares santos cobran vigencia las palabras del papa Pablo VI en su Carta a los rectores de los santuarios marianos (mayo de 1971) “…Pidamos pues a la Virgen que obtenga para los cristianos de hoy una fe pura, fuerte, inviolable, paciente y fiel en la oscuridad y la prueba, esa fe de la cual dijo san Juan que es ‘nuestra victoria sobre el mundo’…”

La fe responsable, la que no busca en el amuleto ni en el sortilegio el don del prodigio, se observó en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá cuando una romería de campesinos, de pata al suelo, entró de rodillas a la Basílica después de haber caminado tres días para llevarle una manda a su Patrona. Esa herencia bendecida se mantiene intacta entre los siglos y pervive en octubre de 2013.

La devoción es simple de comprender. La virtud del peregrino no requiere de apariciones en paredes manchadas, tumultos de milagreros, ni embelecos de la mal llamada “Nueva Era” donde se mezcla lo sagrado y lo profano bajo la guía infame de la mentira.

Y si se requiere de la compasión, para referirse a la Santísima Virgen María en lenguaje vernáculo, ¿por qué no usar las denominaciones nacionales? La Reina de Colombia, Reina Nacional, La Chinca, La Patrona, La  Señorita de Chiquinquirá, Mamá Linda Renovada, La  Renovada de Villa de Leiva, La Virgen de Chiquinquirá, Virgen del Rosario de Chiquinquirá, La Virgen Chiquinquireña, La Virgen Nacional, La Señoritica, Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de La Estrella, Antioquia.

Pero si prefieren el toque extranjero, al que es tan adicta la sociedad de la Patria Boba, pues para la misma advocación los hermanos de Venezuela, en el Estado Zulia, la llaman: “La Chinita, la Chinga, Chinata, Chiquita, La Chiquinquirá, La Chinca, Reina Morena, Virgen Morena, Virgen Goajira, Sagrada Dama del Saladillo, Saladillerita, Virgen Chinata, Chiquinquireña, Mama Chinga, Reina Mestiza, Virgen Guaquera, Virgen de San Juan de Dios, La Chiquita de Maracaibo, Reina de Reinas, Santa Patrona, Patrona de Maracaibo, Patrona del Zulia, Virgen Chiquita, Virgen del Lago, Reina del Lago, Redentora de la Tablita, Chinitinata”.
Si eso no les basta por tener sabor a folclor, a lo cual algunos criollos son tan alérgicos, aún hay más en favor del cambio a la ortodoxia onomástica. La lista de los gloriosos títulos de la venerable Virgen María parece interminable. Se citarán algunos, en mayúscula sostenida para indicar, en un grito de súplica, una sugerencia para cambiar el modismo  de “mamita María” por la pulcritud del respeto.

MADRE DE DIOS, VIRGEN DE LAS VÍRGENES, MADRE DE CRISTO, MADRE DE LA DIVINA GRACIA, MADRE CASTÍSIMA, MADRE PURÍSIMA, MADRE SIN MANCHA.

MADRE SIN CORRUPCIÓN, MADRE AMABLE, MADRE ADMIRABLE, MADRE DEL BUEN CONSEJO, MADRE DEL CREADOR, MADRE DEL SALVADOR, VIRGEN PRUDENTÍSIMA, VIRGEN VENERADA, VIRGEN, DIGNÍSIMA DE SER ALABADA.

VIRGEN PODEROSA, VIRGEN CLEMENTE, VIRGEN FIEL, ESPEJO DE JUSTICIA, TRONO DE SABIDURÍA, CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA, VASO  ESPIRITUAL.

VASO DE HONOR, VASO INSIGNE DE DEVOCIÓN, ROSA MÍSTICA, TORRE DE DAVID, TORRE DE MARFIL, CASA DE ORO, ARCA DE LA ALIANZA, PUERTA DEL CIELO, ESTRELLA DE LA MAÑANA, SALUD DE LOS ENFERMOS, REFUGIO DE LOS PECADORES, CONSUELO DE LOS AFLIGIDOS, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS.

REINA DE LOS ÁNGELES, REINA DE LOS PATRIARCAS, REINA DE LOS PROFETAS, REINA DE LOS APÓSTOLES, REINA DE LOS MÁRTIRES, REINA DE LOS CONFESORES, REINA DE LAS VÍRGENES, REINA DE TODOS LOS SANTOS, REINA CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL, REINA LLEVADA AL CIELO EN CUERPO Y ALMA, REINA DEL SACRATÍSIMO ROSARIO.

 REINA DE LA PAZ,  NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, MARÍA AUXILIADORA, NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED, VIRGEN DE LAS VICTORIAS, VIRGEN DE LA DIVINA ESPERANZA NUESTRA, NUESTRA SEÑORA DE LA CRUZ, NUESTRA SEÑORA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.

 NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SOCORRO, CONCILIADORA DE LAS GRACIAS, CONCILIADORA DE TODAS LAS GRACIAS, NUESTRA SEÑORA DEL SUPREMO PERDÓN, NUESTRA SEÑORA DEL RESCATE, CONSOLADORA DE LOS AFLIGIDOS, NUESTRA SEÑORA DE LOS BUENOS ESTUDIOS, VIRGEN DE LOS DOLORES.

VIRGEN DOLOROSA, VIRGEN INMACULADA, NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN, NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO, REINA DEL MUNDO, NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, REINA DE LOS CORAZONES, CORREDENTORA, NUESTRA SEÑORA DE LA MISERICORDIA, NUESTRA SEÑORA DE LA PIEDAD, MADRE DE LA MISERICORDIA, MADRE DE PIEDAD, ASIDUA LIBERTADORA DE LOS HOMBRES, MADRE DE LA ESPERANZA.

ABOGADA NUESTRA AMOROSÍSIMA, HIJA PRIMOGÉNITA DEL PADRE, ESPOSA PREDILECTA DEL ESPÍRITU SANTO, STELLA MARIS, MADRE CELESTIAL, MADRE BENIGNÍSIMA.

MADRE DE TODAS LAS CRIATURAS, MADRE DEL AUTOR DE LA PAZ, PERPETUO SOCORRO, MADRE DEL ETERNO SACERDOTE, REINA DEL CIELO, NTRA. SEÑORA DEL REFUGIO.

ASIENTO DE LA SABIDURÍA, NTRA. SEÑORA DE LA SALUD, NTRA. SEÑORA DE LAS GRACIAS, NTRA. SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS, MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA.

VIRGEN DE LOS MILAGROS, VIRGEN DEL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS, REINA DEL CLERO, DEFENSA DE LA IGLESIA, MADRE DE LOS HUÉRFANOS, REINA DE LAS VICTORIAS.

VIRGEN SOBERANA DEL PARAÍSO, MADRE DIVINA, REPARADORA DEL GÉNERO HUMANO, ABOGADA DEL GÉNERO HUMANO, MEDIADORA PODEROSÍSIMA, SALUD DEL MUNDO.

DISPENSADORA DE LOS TESOROS DE DIOS, LIRIO PURÍSIMO, DEPOSITARIA DE TODAS LAS GRACIAS, MADRE AMOROSÍSIMA, LIBERTADORA DE LOS FIELES DIFUNTOS.

NTRA. SEÑORA DE LA HUMILDAD, NTRA. SEÑORA DEL BUEN CONSEJO, MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS, REINA DE TODAS LAS GRACIAS, NTRA. SEÑORA DEL SUFRAGIO.

NTRA. SEÑORA DEL CENÁCULO, SEÑORA DE LOS ERMITAÑOS. 
NTRA. SEÑORA DE LA ALEGRÍA,  MADRE DE LA CONFIANZA, REINA DEL UNIVERSO. 

El lector tendrá la gentileza de perdonar si no se continúa con el listado, que bien podría dar para escribir un libro.

Al final, se les implora de hinojos a los católicos que tengan consideración con doña mamita María, la tendera del barrio, porque ella ya no sabe si le piden una cerveza o un milagro.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Miryam imakhenu[1]


Julián Andrés Orozco Ramírez
Sociedad Mariológica Colombiana

En este escrito acerca de la Mariología he querido argumentar de manera científica y proporcionada el grado de contenido en volumen[2] de cómo una partícula de procedencia femenil se sitúa y contextualiza como gen viril; para analizar las muestras establecidas con plena anterioridad dada la eventualidad de los sucesos conocidos como nucleótidos y que en las experiencias múltiples de diversos sucesos en la teología y más específicamente en la mística se les llama milagros Eucarísticos.

Hay una relación intrínsecamente comprobada entre la relación madre e hijo(a), según fuese el caso. Desde el mismo momento de la concepción son agrupaciones fenotípicas que se polimerizan en concepto genotípico causando la desoxidación; y si así son las relaciones embrionarias de tipo gestal por naturaleza de combinaciones bioquímicas y biofísicas, como será entonces la cadena de polímeros que en la esencia sobrenatural se desarrolla en María como Madre de Jesús y Madre Nuestra[3]?, de cómo el vinculo científico logra concatenar la acción tan humana para dar razón de una lógica celestial, preconcebida antes de todos los siglos y por tanto antes de todo proceso molecular.

En demasía se ha tratado a lo largo de la historia buscando un objetivo claro y un punto de conexión entre lo que presume la tradición y entre lo que sintetiza el Magisterio de la Iglesia, cuando se toca el tema de María. Sin embargo, lo que se refiere a consecuencia técnica de método especifico, han sido pocos los autores que se han dedicado a evaluar las causas asintomáticas de una generación heterogénea con participación sistémica genética.

La oxidación molecular suele producir cambios internos en las partículas. La más evidente transformación es la que se lleva a cabo en el ácido desoxirribonucleico[4], que hace parte de una macromolécula, pero que a su vez hace parte de todas las células superpuestas o interpuestas en el proceso generativo y de la estructura secuencial del polinucleótido, por lo que hace referencia que la sustancia genética suele compartir sus propiedades y establecer nucleótidos que no son otra cosa que la acción simple de las potencias energéticas del centro de productividad molecular las cuales generan la acción coordinada de secuencias monosacáridas que suelen participar en la sucesión de eventos y que no son aislados en sus desarrollo conceptual multicelular, por el contrario se enfatizan de tal manera que sus desarrollos internos dan un abastecimiento para la generación de energía que suele reaccionar concatenando plurimolecular que hace que la transmisión de esta misma carga energética genere un cambio insospechado pero que suele siempre ser benéfico para quien es el primeramente afectado de esta metamorfosis celular.

Se desenvuelve genéticamente en lo que se conoce como una base nitrogenada, que su conexión de modo intrínseco suele tener como mínimo una participación nitrogénica de dos átomos, por lo que es sistémicamente posible de captar energía de combustión, lo que da desarrollo a un proceso de mitosis, en lo que las células suelen ser objeto de una valoración genérica sistemática que producen otras nuevas moléculas atómicas y autónomas[5].

Hoy en día, cuando se habla de las famosas células madre, se obtienen criterios éticos que tratan de evitar el mal uso de los procesos moleculares que afecten tanto al hombre como a la mujer y por ende a la humanidad entera, puesto que el indiscriminado uso del proceso mitótico de la propia célula madre, puede producir cambios bruscos si no se hace de manera progresiva teniendo en cuenta sus procesos de adaptación en cuanto al ambiente en el cual se reproduce de manera independiente. Sin embargo, todo proceso orgánico molecular tiene sus riesgos en especial lo que se trata de células madres, puesto que su obtención éticamente no es la mejor y mucho menos su utilización, puesto que genera cambios degenerativos y contrarios a los que manifiestan los procesos orgánicos equivalentes, lo que hace referencia es a la mutación de la cadena genética equidistante entre la progresión del suceso y el resultado de la eventualidad.

Por tanto la independencia molecular puede llegar a ser un faltante en la sumatoria nitrogénica de los monosacáridos, ya que elevan su producción energética y crean en lugar de beneficios, son ocasionadores problemáticos en el transporte de la información genética. De forma que la manera menos ética y la que más pulula en el ambiente contemporáneo científico es la de la obtención de las células madres en el blastocito[6], de modo que la embriogénesis manifieste una secuencialidad negativa y una desaceleración de la metamorfosis embrionaria y molecular, es decir, una creación plurimolecular despectiva.

La genética como estudio detallado surgió a raíz de un experimento molecular de tipo fenotípico, contenido en el resultado orgánico de las vendas de un laboratorio en suiza[7], ya que en primera medida llamo nucleina que se extrajo de ácidos nucleares, hasta el día de hoy la investigación científica no ha dejado de elaborar experimentos para tratar de dar con el doble presupuesto filosófico del cual parten las referencias tanto cromosómicas como míticas en cuanto a esta misma situación; en la primera cuestión se elabora la pregunta histórica ascendente[8] y el segundo interrogante hace alusión al esquema espiritual trascendente[9], que a lo largo de las culturas y civilizaciones sean cuestionado y preguntando y hasta el día de hoy se siguen cuestionando los hombres en todos los niveles de la participación humanística.

Pareciese que estas preguntas quedaran sin respuesta, pareciese que estas mismas cuestiones filosóficas y científicas no tuviesen solución, ya que no sea había comprobado un suceso químico-orgánico de trascendencia histórica y sustancial[10], que en su primer principio físico-cuántico trata de explicar la reacción en cadena de sucesos inadmisibles para la crítica científica de ese entonces[11], cuando no había el método científico de simulación de pruebas y mucho menos la probabilidad aleatoria de los eventos[12], dos de las más grandes teorías significativas en el desarrollo científico que dan pie a la corporeidad del suceso por la vía metodológica.

Cinco partículas que su peso en gramos es equivalente a uno y que unidas las mismas partículas pesan igual que lo que pesa una, y lo más sorprendente aún es que si se pesa indistintamente un número de partículas todas pesan igual que una, por lo que la misma ciencia y los modelos científicos establecidos sólo conjeturan en diferenciación a lo que produce el método científico crítico.

De manera reiterativa, el evento ocasionado en esta región del nororiente Italiano hace emerger desde la misma probabilidad científica una enorme grieta entre lo tangible por la ley de captación física y lo imprescindible por método biológico, ya que la sustancia que produjo tal evento de tipo científico, fue una estructura molecular biológica llamada miocardio[13], lo cual ya forma una vacilación sistemática entre lo que puede ser y lo que puede llegar a ser, que es la base de formulación del mismo fenómeno físico, pero lo curioso después de las pruebas obtenidas a lo largo de la historia y después de la forma científica de análisis de este evento, es que ha habido otros sucesos similares al ocurrido hace ya más de 12 siglos y la equivalencia entre el proceso científico de datos y la resultante entre el ejercicio de la sistematización gradual en la obtención de los mismos es siempre el mismo resultado[14].

De modo que podemos admitir que es una ley física y una preponderancia química-biológica en el devenir científico, ya que se mantienen las normas y los procedimientos experimentales por parte del objeto analizado, ya que cambios en referencia a los cambios atmosféricos bruscos no ha variación y mucho menos a las variables específicas como son los momentos gestantes[15] y los momentos recíprocos en cuanto a densidad de volumen y variabilidad de masa[16].

Ante tales eventualidades científicas, se suelen observar de manera crítica movimientos con cierto rigor de escepticismo ante tal situación, que antes que provocar animadversión, lo que producen es capacidad de admiración, ya que se basa en un mecanismo científico empírico[17] y del cual muchos tienen pleno conocimiento de la causa y por ende de la resultante. Causa curiosidad que el Dios de los hebreos[18] en un primer momento, logre abarcar toda una catolicidad que, hoy por hoy, es una fuerza gestante dentro de la misma humanidad y que en el horizonte del saber es una potencia que busca el bien social, que no busca más que otra cosa es estar por encima de los movimientos efímeros al cual se ven sometida toda materia; pero lo que más causa admiración es el que luego de veinte siglos de historia, esta misma universalidad se mantenga en pie, incólume con sus mismos criterios y ponderaciones.

Es este mismo Dios, que con estos mismos métodos científicos hace posible que se crea en su existencia, se podría decir que son las pruebas indiscutibles de su participación a lo largo de la trayectoria de la humanidad en todo momento y en toda circunstancia; que dentro de esta trayectoria ha hecho que las miradas se dirijan hacia lo que por conocimiento teológico se conoce como Transubstanciación[19] y que ocurre durante el momento de la celebración máxima de los católicos[20], esto hace alusión al mismo fenómeno presenciado por muchos participantes de este mismo culto a Dios a lo largo de la propia historia y que han quedado consignado tanto en la mente de los testigos presentes, como en los documentos notariados como sustentación de tales eventualidades.
Según la creencia católica a la cual hacemos referencia es que en este prodigio científico que se mantiene por leyes estudiadas en cada fenómeno, es que se habla de una persona específica[21] y propiamente escriturada que sabemos por la historia que tuvo su punto de encuentro en el siglo I, donde la álgida relación entre el Imperio Romano y el pueblo hebreo era de un límite bajo de tolerancia y una determinación de sublevación ante las anomalías de una gestión de oposición.

Esta misma persona teniendo en cuenta el método científico, se hace presente en cada instante donde se celebra el culto de adoración máxima en la humanidad, que parte de una trascendencia sostenida por el esquema biológico-químico del procedimiento sistemático imprescindible llamado nucleósido[22], y que es sostenido por las mismas equivalencias y resultantes en toda evidencia. Por lo que es importante aclarar que su efecto final es siempre el mismo y no cambia, lo que lo hace una ley natural y su esquema bioquímico es auto-sostenible lo que lo hace una ley orgánica; es decir que no es ajeno a nuestra realidad como seres humanos.

Teniendo en cuenta las descripciones químico-físicas del método científico, cabe decir que ese personaje conocido a lo largo de la historia por miles de personas, es en realidad alguien congruente en su proceder y veraz en su manifestación, que además de estar contenido en los libros sagrados[23], se mantiene en su ambiente natural, que es el ser de Dios, es decir que su corporeidad es participativa[24] y su naturalidad es extensiva[25], no obstante se aleja de una situación y un esquema de integridad científica, por el contrario se mantiene tan cercano que todo modelo investigativo no le es ajeno.

Todos de una u otra manera participan de su situación bien sea por humanidad[26] o bien sea por divinidad[27], pero hay una persona[28] que participa directamente tanto por humanidad como por divinidad, que hoy en día es tan discutida su presencia y su manifestación, puesto que para algunos representa una contrariedad y para otros tantos indica indignación, pero para el grupo de seguidores del hombre que se encuentra de manifiesto por el método científico en el culto de la catolicidad, implica veneración y honra[29] por ser la gestora de la humanidad para quien es de condición divina[30], por lo que concierne a las leyes científicas, es la primera causa o causa posible en la consecución molecular inicial, esto hace referencia a que dentro del estudio efectuado en diferentes agentes patógenos a los reactores moleculares propios de estas muestras, se saca la conclusión de la participación genética bioquímica de cromatina en partículas histonas y proteínas que dan la base al nucleosoma, y es una constante en biofísica que sean 22 autosomas, sin ser una variable, lo que causa curiosidad es que siendo una participación de índole gameto femenil, en la resultante del genoma aparezca la misma capacidad cromosómica potenciada del ADN en el final de las pruebas científicas se dé un resultado enteramente igual al que está en cada mujer, lo que hace pensar y por tanto es lógico admitir que es una realidad que supera toda inteligencia a lo que podríamos llamar sabiduría. Pues la participación de la cual goza la observancia científica en el proceso de transubstanciación en la celebración propia de los católicos, inicia con la participación cromosómica 23 (2n) del gameto XX.

Por lo cual se diría que aquel hombre del cual hablan las escrituras hebreas y los libros del Nuevo Testamento en los católicos, se puede hacer referencia que la procedencia de este ser científicamente es inexplicable, ya que no tiene en su índice final de la cadena cromosómica el 23 XY propio de la varonilidad, es decir no tenemos referencia ni biofísica ni bioquímica para refutar tal tendencia tan marcada en un hombre que por motivos científicos no existiría, pero que el mismo método científico, y por la prueba del análisis orgánico sabemos que existe, es algo que simplemente supera nuestro sentidos y nuestra propia razón. Es algo que no tiene explicación por el método científico y que aplica a todo el género humano, puesto que todos participamos de su condición humana, pero que pocos participan de su condición divina.

Químicamente sabemos que si consumimos un alimento que contenga ciertas propiedades, por la desintegración enzimática adquirimos dichos componentes en nuestro organismo, pues son de uso vital para mantener una existencia corpórea y de bienestar bio-organísmico, a lo que haremos referencia a la bromatología[31] ya que nos da las bases para referirnos al tejido animal[32] el cual ingerimos de manera periódica dependiendo a la cultura y al medio adquisitivo propio de cada individuo, pero se podría decir que tan siquiera una vez en la vida cada ser humano a comido una porción de carne en su dieta alimenticia, por tanto al ingerir ese tipo de alimento nuestro organismo se hace partícipe de las cualidades propias benéficas para el desarrollo biológico.

Ahora bien, si en el culto agradable a Dios[33] se consumen el músculo del miocardio y se bebe la sangre, las consecuencias serán aún de mayor ganancia tanto somática como trascendente en el mismo hombre que lo consume, puesto que si es por composición orgánica, no hay mejor alimento que la ingestión del miocardio y el pericardio, pero según la cultura hebraica, desde antiguo se ha mantenido esa creencia, que el corazón es la totalidad del ser de la persona y es una tradición que hasta el día de hoy es válida y no sólo en la cultura semita sino es participativa a la Tradición Católica.

En efecto, si buscamos premisas para refutar la manifestación científica del hombre[34] a quienes los católicos han seguido a lo largo de más de veinte generaciones y en comprobaciones físico-químicas hace alusión al misterio contenido en la Revelación[35] como punto neurálgico de celebración tanto para las diferentes asambleas[36] de oriente como de occidente y que los hace partícipe sin distinción ni de raza, ni pueblo o nación[37], pero que todos concuerdan en que hay un solo Señor y un único Dios, que se manifiesta en la persona científicamente indagada en el músculo del miocardio y la sangre de tipo AB, que es un mismo Dios para todos.

Así pues, si es un mismo Dios para todos y su humanidad se generó de una mujer[38], ya que las investigaciones científicas comprueban que su participación cromosomática es enteramente femenil, quiere decir que aquella madre, es madre para todos, es un modelo de sencillez y virtud, que no quiere aparecer en nada ni quitarle la gloria de la manifestación a Su Hijo por la divinidad que recibió de Él y que a su vez por la humanidad que Él mismo recibió de Ella, pero que siendo Dios y que supera todo método científico y cualquier compuesto orgánico, hace a esta Mujer participativa de manera bio-químico por norma y bio-físico por ley en cada ser humano, puesto que la humanidad recibida por Él[39] hace parte de Ella.

Cuando se consume el Cuerpo y la Sangre de Jesús, se está consumiendo el Cuerpo y la Sangre de María Santísima, se experimenta críticamente por el método científico ya que una sustancia no puede ser cambiada por otra, puesto que prevalece en su estado original[40] y toda aceleración molecular genera una energía que produce un espacio temporal[41], por tanto es un campo electromagnéticamente comprobable y con una densidad en volumen típicamente disuelta en el organismo que la contiene.

De modo que el Hijo de María participa de su condición divina a toda la humanidad, así mismo La Madre de Jesús participa de Su Maternidad a todo el género humano[42].
María es el rostro maternal de Dios.




[1] María, Madre Nuestra.
[2] Segun criterios quimicos moleculares.
[3] Titulo del escrito mariológico.
[4] El ácido desoxirribonucleico, frecuentemente abreviado como ADN.
[5] Adenina A, timina T, citosina C o guanina G.
[6] Estructura embrionaria presente en las etapas tempranas del desarrollo durante el embarazo de mamíferos.
[7] Doctor Friedrich MiesCher.
[8] ¿De dónde venimos?
[9] ¿Hay vida más allá de la vida?
[10] Milagro Eucarístico de Lanciano (Italia).
[11] Año 700 d.C.
[12] La ley de gravitación universal y la teoría electromagnética clásica.
[13] Tejido muscular del corazón.
[14] La carne y la sangre tienen el mismo grupo sanguíneo (AB).
[15] En la sangre se encontraron las proteínas normalmente fraccionadas, con la proporción en porcentaje, correspondiente al cuadro Sero- proteico de la sangre fresca normal.
[16] La carne está constituida por el tejido muscular del corazón. En la carne están presentes, en secciones, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el relevante espesor del miocardio, el ventrículo cardiaco izquierdo.
[17] Fides et Ratio; nro 14.
[18] YAWHEW SEBAOT.
[19] Transformación de las esencias sin alterar las sustancias; pan por carne y vino por sangre.
[20] Santa Misa.
[21] Yeshu’a inzareth (Jesús de Nazaret).
[22] Fenómeno sustancial que da origen a la acción molecular.
[23] Sagradas escrituras.
[24] Presupuesto bioquímico que indica participación plurimolecular, es decir todos participan de su compuesto nucleico.
[25] Acción física-cuántica que desenvuelve la ley de reacción constante en todo género.
[26] Según concepto teológico: viatores.
[27] Criterio teológico-espiritual: bienaventurados.
[28] Miryam Geburah
[29] Hyperdulia.
[30] Maternidad divina.
[31] Ciencia que estudia los alimentos, su composición y conservación.
[32] Carne muscular que es consumida como alimento.
[33] Llamado así por los cristianos del primer siglo.
[34] Le decían El Galileo, por la región originaria de su nacimiento y de su crianza.
[35] La Biblia.
[36] Ekklesia, término utilizado para denotar el encuentro puesto de manifiesto para adorar a la divinidad.
[37] Lo que se conoce como el linaje del cordero. (Ap. 5,9).
[38] Un pasaje muy citado por los padres de la iglesia (Gn. 3, 15).
[39] Cristo, no hay mas seguridad para denotar el mesianismo de Jesús que este pronombre.
[40] Es una ley de la bioquímica.
[41] Ley biofísica.
[42] San Martín I, Papa.

martes, 5 de noviembre de 2013

La dormición en Oriente. (Parte I)

La glorificación de la Santísima Virgen María.

Dormición en oriente – Asunción en occidente



Pbro. José Manuel Tobar Carrizosa

Sociedad Mariológica de Colombia


La dormición en Oriente. (Parte I)


La festividad de la asunta parece, efectivamente, tener un origen oriental. Esta fiesta denominada la dormición de la Virgen era la más querida en el imperio bizantino.

San Teodoro Studita, al hablar de la dormición de la Virgen afirmaba con razón:
“Mi mente no acierte a expresarse; es un misterio insólito y sublime, que sobrepasa el mundo de nuestros pensamientos. No hallo nada semejante con que poder comprobarlo, ni en él se descubre nada inmediato, indicio alguno de las cosas a nuestro alcance, sino de las que están por encima de nosotros. En tu dormición vital, distinguiéndote de todos los demás, solamente tú, con todo derecho, con todo derecho inundas de gloria a toda  tu persona en alma y cuerpo”.

                                                              Panegírico sobre la dormición. P 5. 99

Un leccionario georgiano del siglo VIII - parece reflejar las costumbres litúrgicas de Jerusalén – según el cual se celebra, el 15 de agosto una fiesta mariana en la iglesia que mandara construir la emperatriz Eudoxia en Getsemaní, lugar considerado como sepulcro de la Virgen.

Desde tiempos de san Teodoro Studita (759 – 826) su fiesta se preparó con ayuno de 15 días. Todas las tardes se cantaba el oficio llamado,  “Paraclisis”. Con tal súplica se pedía la intercesión de la Virgen ante el Señor, solicitando la curación de toda clase de males corporales y espirituales. 1

“Te has dormido,  sí, mas no para morir. Has sido asunta, mas no por eso dejas de  proteger al género humano”.

                                                        Teodoro Studita, panegírico sobre la dormición, 1b

El emperador Andrónico II  (1282 – 1328) consagró todo el mes de agosto, al  ministerio de la dormición y  asunción de la bienaventurada Virgen María.

El término bizantino propio es Koimesis (Dormición); con respecto a la iconografía de la dormición, se puede decir en general que en todas las épocas, es idéntico su  esquema.

Tras esta breve introducción. Veremos el pensamiento de tres autores griegos representativos a saber;

                                  1)  Juan Damasceno
                                  2)  Andrés de Creta
                                  3)  Germán de Constantinopla.



                                                                1 pequeño canon de consuelo, que significa a la vez intercesión y consolación.
1) Juan Damasceno.

Comienza su reflexión afirmando:

“Como denominaremos este ministerio que te define? ¿Lo llamaremos muerte? Si tu Santísima y Bienaventurada alma, según las leyes de la naturaleza, se desprende de tu purísimo y perfecto cuerpo y  si el cuerpo, siguiendo la ley  común,   es depositado en el sepulcro, no fija el, sin embargo, su morada en la muerte, ni la  corrupción lo disuelve. El cuerpo de aquella cuya virginidad  permanece intacta en el parto, no puede menos que mantenerse también incorruptible en su mismo  transito, siendo trasladada a una morada mejor y más divina, no sometida a la esclavitud de la muerte, sino perdurable por los siglos de los siglos”.
                                                      Juan Damasceno: homilía sobre la Santísima Virgen.

En una primera homilía sobre la dormición afirma el Damasceno: si el recuerdo de todos los justos requiere alabanzas ¿Quién no glorifica a la que es fuente de la justicia y tesoro de santidad? No necesita en efecto, de nuestra glorificación la que es tabernáculo del Señor de la Gloria y ciudad de Dios.

Ella desde antiguo fue escogida y predestinada por la bondad del Padre, que sin experimentar cambio alguno,  engendra al Hijo desde toda la eternidad, para la expiación de las culpas, la salvación, la justificación y la redención de los hombres.

Esta Virgen fue predestinada por el Padre, anunciada por los profetas divinamente inspirados y fecundada por el Espíritu Santo, que la colmó de pureza y santidad. Y tú,  oh Hijo y manifestación del Padre, que puedes ser abarcado, en lugar alguno, estableciste tú morada en ella, a fin de unir nuestra humildad y baja condición humana, con la excelsa e incomprensible  grandeza de tu divinidad.

Si en la Sagrada Escritura, se afirma que las almas de los justos están en las manos de  Dios, con mayor motivo hemos de pensar que la Virgen encomendó su alma a las manos del que es su Hijo y su Dios. Esta verdad  viene a ser tan manifiesta y tan clara, que no puede en modo alguno ser impugnada.  2

¡De qué modo tan maravilloso la fuente de la vida, a través de la muerte, es conducida a la vida! ¡De que manera tan extraordinaria aquella que fue madre superando las leyes de la naturaleza, ahora se sujeta a ellas, sometiéndose a la muerte de su cuerpo inmaculado! Era preciso en efecto, que lo mortal se revistiera de inmortalidad, así como por ejemplo el Señor no rehusó pasar por el trance de la muerte, y al morir en la carne nos concedió la incorrupción y vino a ser para nosotros fuente de la resurrección.

¡He aquí que el Creador de todas las cosas recibe en sus manos el alma sacrosanta que emigra de aquel cuerpo, que es el tabernáculo en que habitó el Señor! Con razón quiso Él prestar este honor a aquella que, por una altísima e inefable decisión de su bondad, al asumir Él verdaderamente nuestra carne, la hizo madre suya, sin que por tanto los padres como los apócrifos, suelen hacer referencia a la entrega del alma de María (J Ma Bover, la
asunción de María, BAC, Madrid 1947 p 312)

ello dejara de pertenecer al linaje humano. ¡Oh gloriosísima  emigración que te proporcionara la dicha de ir a habitar junto a Dios. Los ángeles y arcángeles te trasladaron, al cielo, con gozo recibe tu alma.

Las potestades celestiales, salen a tu encuentro cantando himnos sagrados con festiva alegría y expresándose con estas palabras; ¿Quién es esta que sube toda pura, surgiendo como la aurora, hermosa como la luna y escogida como el sol? ¡Oh milagro, el más extraordinario de la naturaleza! ¡Oh prodigio digno de toda admiración!

En efecto, el inicio, la continuación y el término de todos tus incomparables bienes, así como su permanencia, se funden en la concepción sin semilla, en la divina presencia y en la maternidad virginal. Por consiguiente con toda verdad, dijiste que todas las generaciones te llamarán Bienaventurada, no a raíz de tu muerte sí de tu concepción, al ser conducida a la sepultura, no quedó privada de honor, sino colmada de gracia y llena de perfume divino.

Santísima Virgen dígnate dirigir y proteger todas nuestras cosas; condúcenos al puerto de tu divina voluntad, a la eterna bienaventuranza, en que gozamos de la hermosa presencia, de la suavidad y dulzura del Verbo en ti encarnado.

La sagrada viviente, arca del Dios vivo, la cual llevó en el seno a su creador, hoy encuentra su reposo y felicidad en el templo del Señor, no construido por manos humanas.



Hoy esta sagrada paloma, esta alma inocente y pura, consagrada al Espíritu divino, ha emprendido el vuelo desde el arca de su cuerpo, que fue albergue de Dios y fuente de Vida, saliendo de este mundo, ha encontrado un lugar donde puede posar sus pies, estableciendo su morada en un mundo espiritual.

Hoy la Virgen Inmaculada, que desconoció toda afección terrena y cuyo  espíritu se sustentó de pensamientos celestiales, no retornó a la tierra, sino que siendo ella un cielo, viviente, estableció su morada en los tabernáculos celestiales. No hay error alguno en llamarla cielo, puesto que ciertamente ha sido encumbrada de un modo incomprensible y extraordinario.

Hoy el tesoro de la vida y el abismo de la gracia quedan encubiertos por una muerte vivificante. Sin temor  alguno se somete a la muerte la que ha dado a luz al vencedor de la muerte. Aunque no sé hasta qué punto puede aplicarse el nombre de muerte a este sagrado tránsito hacia la vida, pues ¿cómo podría sujetarse a la muerte aquella que nos ha proporcionado la verdadera vida?

Si Cristo que es la verdad y la vida (Juan 14, 6) dijo: donde yo estoy ahí estará mi servidor (Juan 12-26); ¿con mucha más razón no había de morar junto a Él su propia madre? Así como Ella dio a luz sin dolor, así también su muerte estuvo exenta de dolores.


El sagrado tránsito:

Los ángeles que formaban la escolta del alma de María, en medio de magníficos cánticos, la acompañaron hasta el trono real en el cielo.

¿Qué hacían las personas que se hallaban junto al venerable y sacrosanto cuerpo de María? Con gran respeto, con ferviente amor, alegría, lágrimas, abrazaban, besaban y palpaban  este sacratísimo tabernáculo.

Así como el cuerpo santo e incontaminado que la persona del Verbo de Dios asumió de la Virgen, resucitó del sepulcro a tercer día, así también era preciso que Ella fuera arrebatada del sepulcro y que como madre fuera trasladada junto a su hijo, era preciso que la que había albergado en su seno al Verbo de Dios, tuviera como morada los tabernáculos de su Hijo.

“Ven oh hermosa y amada mía, que por tu virginidad sobrepasas en esplendor  al mismo sol, tú me hiciste participe de lo que era tuyo; ven ahora a gozar conmigo de todos mis bienes. Ven, oh Madre hacia tu Hijo, para reinar con aquel que al nacer de ti compartió tu pobreza”.


2) Germán de Constantinopla:

Comienza su homilía planteándose unos  interrogantes; ¿qué cosas diré en primer lugar y cuales dejaré para después? ¿Entonaré alabanzas a tu convivencia con los mortales y celebraré la gloria de tu dormición, para pasar a la vida inmortal, en el día de tu Asunción, según el Espíritu? Ambas cosas son sumamente venerables e impresionantes.

Es evidente que cuando emigraste de la tierra, ascendiste a los cielos,  pero antes de que subieras ya participabas de los bienes celestiales, y después de tu asunción no te desligaste de los casos terrenales, pues, al incorporarte a las más altas jerarquías del cielo, te mostraste como la más excelsa entre las criaturas de la tierra.

Tú eres hallada por los que te buscan con sincera fe, todo lo cual es clara señal de vida, fuerza, de un espíritu que siempre alienta y de un cuerpo que no se disuelve. ¿Cómo en efecto, la disolución de la carne había podido reducirte a polvo y ceniza, a ti que por la encarnación de tu hijo, has librado al hombre de la corrupción de la muerte? María ha dado la vida a Jesús y el cuerpo de Ella goza de una incorruptibilidad semejante a la de Cristo.

 Un pensamiento que vino a ser  fundamental, en el siglo V, es el que afirma que una maternidad incompleta de María, respecto del Verbo de Dios, implicaría una disminución en la plena realidad del misterio de la encarnación.

Teniendo tú un cuerpo semejante al nuestro, no pudiste evitar el encuentro con la muerte, común a todos los hombres, del mismo modo que tu Hijo, que es Dios de todos, siendo de nuestra propia carne y semejante a nosotros los mortales, gustó la muerte. Así como Él obró grandes maravillas, en su sepulcro vivificante, así también las realizó en el monumento sepulcral de tu dormición, que fue albergue de la vida, de tal modo que ambas sepulturas, contuvieron verdaderamente vuestros cuerpos, pero de ningún modo lo sometieron, a la corrupción. No es admisible que tú, el receptáculo de Dios, quedaras reducida a polvo, tal como los cadáveres que se descomponen. Ya que aquel que estando en tu seno, se anonado, era Dios desde un principio, y era la vida desde antes de los siglos, fue conveniente que la madre de la vida, cohabitara con la vida, que su muerte fuera como un sueño, y que su tránsito fuera como un despertar.

Habiendo muerto para las cosas temporales, y perecederas, emigraste hacia las moradas de la eterna incorrupción, donde Dios habita y donde tú oh Madre de Dios, estás siempre junto a Él y no te apartas de su presencia.

Así, puesto que tú has venido a ser su reposo eterno, Él te llevó consigo libre de la corrupción, queriendo tenerte cerca de sí, con tu corazón y con tus palabras y por eso, cuantas cosas Tú le suplicas, Él te las concede a Ti, que lloras por tus hijos, como dice la escritura, aunque mi cuerpo duerme, mi corazón está en vela (Ct. 5, 2).

Era conveniente que tu cuerpo, que fue receptáculo de la Vida, no quedara sujeto a la corrupción de la  muerte, ni que la tumba lo recibiera de igual modo que a los demás de la raza humana, sino que al acabar tu vida y realizarse tu tránsito, hacia los cielos, tu sepulcro debía aparecer sin rastro de tu carne, pero tu espíritu no debía apartarse de la convivencia humana, gracias al poder invisible del que nació de Ti virginalmente, Cristo nuestro Dios y Señor.

Cuando Cristo Nuestro Dios, determinó que se realizara el tránsito de su Madre, que es la Madre de la Vida, le envió de nuevo a aquel ángel, ya conocido por Ella para anunciarle que estaba próximo el tiempo de ser dormición, a fin de que la muerte al alcanzarle de improviso, no le ocasionase turbación, como ocurre a los demás mortales.

Ya ha llegado el tiempo, dice el Señor de llevarte conmigo oh Madre. Así como llenaste de gozo toda la tierra y a cuantos en ella habitan, así también ahora llenarás de alegría los cielos. Goza pues de la dignidad del título de tu plenitud de gracia.

Tú te encaminarás a la vida más intensa, a un reposo de alegría, a una paz inquebrantable, un gozo imperecedero.

Ven de buen grado al que ha nacido de Ti; por medio de Ti nosotros también recibimos una prenda de vida eterna y Tú quedas constituida en nuestra mediadora al emigrar hacia Dios.

¿A quién podemos dirigir la mirada sino a Ti? Tú tienes palabras de vida, que son las súplicas que presentamos a Dios en favor nuestro, tu nombre es santo y ensalzado por los ángeles y por los hombres, por generaciones y generaciones.


3) Andrés de Creta:

Dice el autor: pienso que resulta muy conveniente y apropiado para quienes gustan de las contemplaciones de la belleza, de las cosas espirituales, que se les ofrezca algunas consideraciones acerca del glorioso e inefable misterio de la dormición de María, Madre de Dios y siempre virgen. No podemos ignorar que haya experimentado la muerte natural, pero en modo alguno para quedar encarcelada bajo el dominio de la muerte, como nos acontece a nosotros. Se trata de un sueño al estilo de aquel que tuvo el primer hombre, cuando le fue quitada una costilla para concluir la creación de la especie humana. Así lo dispuso la Providencia para manifestar un nuevo modo de realizar el tránsito de un estado de corrupción a otro de incorrupción, siendo así que era imposible dejar esta vida temporal, sin que se produjera la disolución de los elementos de los que se compone el ser humano.

Como si una voz espléndida resonara desde lo alto, ella nos dice: “yo no he encontrado ninguna de las leyes de la naturaleza, sino que, permanezco en su ordenada dirección, en mi alma, engrandezco al Señor, en el espíritu me alegro (Lc 1,46) y en el cuerpo me transformo y obtengo una definitiva plenitud por obra de Dios, que en mi seno realizó la maravilla inenarrable de su encarnación, cuando, sin abandonar la divinidad, asumió nuestra humildad, nos restauró y regresando después al cielo del que nunca se había apartado, obtuvo que nosotros participáramos de los bienes espirituales.”

“Acerca de mi transito tendréis un conocimiento más exacto, si observáis que mi cuerpo, objeto de este traslado y emigración, es el tabernáculo terreno y virginal dentro del cual Jesús, siendo Dios asumió un cuerpo, y, siendo simplísimo, tuvo dos naturalezas.

El cuerpo de María, Madre de Dios, guarda mucha relación con la vida, porque recibió en su seno al que tiene toda la plenitud de la divinidad, origen y termino de toda vida”.

¿Cómo podría estar postrado en el lecho de la muerte este divino tabernáculo, pues la Madre de Dios, habiendo tomado el Señor la imagen y la naturaleza humana dentro de esta creatura escogida, para dar comienzo a nuestra generación?

En virtud de este misterio escondido, Ella ha sido constituida Reina de los hombres. Mientras Ella permaneció en la tierra, no se distanció del modo común de la existencia humana.

Hoy la que había albergado al que es la vida, emigra, hacia una nueva vida y comienza a habitar en el lugar propio de la vida inmortal, que está libre de toda afección carnal y terrena. Oh que gran maravilla! No aparece la corrupción en su parto, ni tampoco en su sepultura. La que de un modo admirable pudo contener, en la pequeñez de su seno, a Dios que es ilimitado en su grandeza, hoy tendida sobre un lecho delimitado y pequeño, al celebrarse sus exequias, es transportada por manos de santos. Aquella cuyo seno sirvió de trono, al que se sienta sobre querubines, es depositada en una tumba excavada en la piedra, y la que en su parto, causó admiración a los ángeles, hoy es conducida en triunfo, por el coro de los apóstoles, que transportan este tabernáculo, que es su cuerpo.

Estos son, oh Madre de Dios, los misterios de tu gloriosa dormición; esta es la alabanza de tu partida; estos los recuerdos que preceden y siguen a la sepultura; estas las circunstancias que rodean tu incomprensible traslación.

4) La dormición de la Virgen en los relatos árabes:

A manera de introducción, recordemos los primeros testimonios del contacto entre los árabes y el cristianismo naciente. El nuevo testamento (Hch 2,11.41) nos narra cómo los árabes escuchan en su propia lengua, el discurso de Pedro en Pentecostés y como muchos de ellos fueron bautizados. Igualmente en (Gal 1, 15-17) y en (2 cor 11,32) se narra la huida a Arabia de Pablo.

En el concilio de Éfeso los partidarios de Nestorio al no comprender el valor teológico del término Theotokos, formaron la iglesia Nestoriana, es decir, la iglesia Siriaca oriental y la iglesia asiria. Al grupo monofisita pertenece la iglesia Siriaca occidental jacobita y la iglesia copta.

Es a partir del siglo X cuando las iglesias de Egipto, Irak, Siria y Líbano comienzan a abandonar sus lenguas autóctonas (copto, siriaco y griego) y a emplear el árabe tanto en su liturgia como en su literatura.

Llámese de otra parte, literatura árabe cristiana, al conjunto de obras que escribieron los autores árabes-cristianos para los propios cristianos.

Si rastreamos y buscamos indicios, podemos ver que el tema de la Asunción (dormición) de la Virgen se desarrolló tempranamente.  El relato conocido como el libro etiópico del reposo de la Virgen, se considera el texto más cercano a este arquetipo, igualmente podemos mencionar los fragmentos siriacos denominados las exequias de María (Siglo V).

Tres son los temas literarios básicos a saber: el tema del descenso, el de la ascensión y el de la muerte.

María triunfa definitivamente sobre la muerte, al subir al cielo y su cuerpo queda finalmente, a salvo, al ser sepultado en el paraíso. El cielo es el lugar propio de su naturaleza.

En cuanto al tema de la muerte, aparece estrechamente relacionado, con el arquetipo de la muerte  y el renacer y con el desarrollo que este experimenta durante la ascensión de la heroína al mundo superior donde se libera de la muerte, y disfruta de una vida nueva.

Cuando la Virgen asciende a las moradas de gloria, contempla a los dichosos habitantes del cielo cristiano, justos que ya disfrutan de la gloria. La Jerusalén de lo alto es la heredera de las promesas divinas. Los relatos de la dormición materializan esta idea situándola en el tercer cielo. Allí acuden, Cristo, la Virgen y los apóstoles para conmemorar la asunción de la Virgen. Cristo invita a su madre a vivir definitivamente en esta ciudad celestial.

La iglesia copta celebraba, muy posiblemente, desde finales del siglo VI a principios del siglo VII, una doble conmemoración mariana: su muerte o dormición, el 21 de tubé, (enero) y su asunción gloriosa el 16 de mazaré (agosto), siendo la primera, anterior en el tiempo a la segunda.

Algunos atribuyen la fiesta del 16 de mazaré el patriarca Teodosio de Alejandría. El emperador Mauricio, a finales del siglo VI (582-602) construyó una iglesia sobre el enclave de la originaria para conservar el sepulcro mariano. Una vez que la Virgen ha muerto, comienzan las diferencias acerca de la suerte que corrió su cuerpo tras la sepultura. Los textos griegos hablan del tránsito y de la incorruptibilidad del cuerpo, mientras que los que proceden de los siriacas son favorables a la resurrección de María.

Todos admiten la muerte de la Virgen, sin especificar el momento en que ella entrega su espíritu a Cristo. Todos atisban que el cuerpo de María no podía correr la misma suerte que el cuerpo de los mortales. Notase como los textos de la tradición árabe son reelaboraciones de los relatos de otras tradiciones, uno de ellos, es el desarrollo de la escatología celestial, cuyo elemento más significativo es la celebración de la Eucaristía en la Jerusalén celestial.

Se incluye en la narración el retraso del apóstol Tomás, cuya finalidad es apoyar la creencia en la resurrección – asunción del cuerpo de la Virgen.

Los textos coptos a diferencia del resto de los árabes, no narran el entierro del cuerpo de la Virgen en Getsemaní, sino que al huir los apóstoles, los ángeles los recogen y los suben al cielo. Veamos a continuación el pensamiento de dos autores representativos a saber:

A)                                                 Cirilo, Arzobispo de Jerusalén.

Así narra el autor la muerte de la Santísima Virgen María. Cantad salmos, hermanos míos, pues ha llegado la hora. En ese momento el rostro de la Virgen purísima brillo como un rayo de sol. Extendió sus manos y bendijo a todos los que estaban presentes. Yo, Juan, fui el que cerró los ojos de la Santa Virgen Purísima con mis manos; nuestro Señor el Mesías, a Él la gloria, amortajó su cuerpo puro con sus santas manos, luego nos dio la paz luego subió a los cielos.

 Cuando los judíos oyeron la salmodia se irritaron, algunos de ellos salieron con la intención de quemar el cuerpo de la Virgen, Teofanes se adelantó para arrojar el sagrado cuerpo, un ángel se adelantó y con espada de fuego cortó sus brazos.

Tomás, llamado El Mellizo, se presentó sobre una nube brillante, vio el cuerpo de la Virgen Santa María, sobre un carro luminoso alrededor del cual todos los ángeles, alababan magníficamente a la Virgen y la subían con ellos.

Cuando los ángeles tomaron de la gruta de Getsemaní el cuerpo de la Santa Virgen María y lo llevaban al paraíso con una gloria magna e indescriptible, eran las 3 del 16 de mesare (agosto).

En aquel momento nuestro Salvador el Mesías, descendió sobre un carro tirado por querubines, los apóstoles se arrodillaron ante Él, luego el Señor se dirigió al cuerpo de su madre y pronunció estas hermosas palabras – paz a ti, cuerpo santo, en el que viví nueve meses para restaurar de nuevo al hombre. ¡Otra vez para ti sencilla madre mayor que los actos es que la tierra, área mía donde habité!, ¡paz a ti, madre mía intercesora de los hombres, mayor que todas las creaturas! El autor enseguida como el apóstol Juan regresó a  Éfeso y la Virgen intercede por los pecadores.

B)                                                 Teófilo de Leandra:

Su única obra conocida es esta homilía sobre la asunción de la Santísima Virgen María (cfr: manuscrito árabe 698 de la biblioteca vaticana).

¡Cantad al señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas! El cual después de su encarnación pura que tomó de la Virgen María, después de su resurrección de los muertos, de su ascensión al cielo, y de sentarse a la derecha de su Padre, del que no se había separado, traspasar el tiempo, envió a todos sus santos apóstoles, junto a la Purísima, para que tuviera noticia de la promesa destinada a ella en lo alto, fue elevada al cielo, la que es más elevada que los cielos y más excelsa que los serafines. Si Él concedió y preparó el reino de los cielos a sus santos y también abrió los cielos al ladrón de la derecha por una sola palabra (Lc 23, 19-40), cuanto más no iba a hacer con la que fue digna de ser su morada, puesto que Él quiso encarnarse en Ella. Mereció también ser llevada al sepulcro, por los apóstoles, santos  pues es la madre de todos, como el Hijo único de Dios llamó a los discípulos “hermanos”, porque son sus hermanos respecto al cuerpo santo, en cuanto a la divinidad. ¡Sea glorificada la morada pura, santa y casta de Dios, desde la que brilla la bendita luz divina!

 La Virgen santa agradó a Dios Padre, agrado al Hijo el Verbo Eterno, engendrado por el Padre antes de todos los tiempos, agradó al Espíritu Santo, al señor vivificador que hace agradables todas las cosas, hacedor de todo y de los herederos del reino de los cielos.

La asunción del cuerpo de la Santa y la subida al cielo fue el día 15 de agosto (16 de mesare) los cielos y la tierra se alegraron, los ángeles entonaron salmos y los hombres alabaron a la madre del Rey Celestial, que dio el Mesías al género humano. ¡Gloria a la Madre pura de Dios, al arca llena de gloria, a la roca no hendida, a la fuente de la vida que es el Mesías que dice: “quien esté sediento, que venga a mí y que beba”!

En el cielo se ha convertido en la intercesora de todos, llegó a ser destacada con Dios, ha recibido un don espiritual excelente, ha dado la palabra de gracia y el conocimiento de la sabiduría.

Las entrañas de Nuestra Señora han dado su fruto en su tiempo, el cual es el Pan que no se consume ni se agota nunca, el Mesías que dice: “yo soy el pan de vida” el fruto que nos ha dado nuestra tierra es la Madre Virgen, que es nuestra y de todo el orbe, la Señora de todos, que conoce los pensamientos de todos y a todos conforta.










Conclusión



Hemos espigado en las numerosas literaturas orientales estos hermosos panegíricos a manera de ejemplo.

Damos así por concluido la primera parte de este trabajo acerca de la dormición de la Virgen reservándonos para un futuro trabajo la segunda parte: la asunción en occidente.


Plegaria final

¡Abogada infalible de los cristianos, mediadora permanente ante el Creador, no desoigas las súplicas de los pecadores, Tú que eres buena, adelántate a socorrer a los que te imploran con fe: ¡apresúrate a interceder, no tardes en salvarnos, oh Madre de Dios!