miércoles, 21 de mayo de 2014

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE VALLEDUPAR




Miriam Edid Hernández Rueda.
Sociedad Mariológica Colombiana


1. ¿Cómo y cuándo llegó a Valledupar la imagen?

En 1563 fundan el convento de Valledupar y le regalan una “preciosa imagen de la Virgen del Rosario que fue muy venerada en toda la región. Dicha imagen fue donada por Pedro de Palencia.

Palencia tuvo particular devoción a la Virgen del Rosario; hizo traer de España una imagen suya, fue tan apreciada por todos los habitantes que decidieron añadir al título de La Ciudad de los Reyes del Valle de Upar, el de “Nuestra Señora del Rosario”.

Pedro de Palencia salió de España como conquistador en tiempo de García de Lerma, Gobernador de Santa Marta, de quien recibió en ese Valle de Upar; rico en oro, plata y sembrados, una jugosa encomienda de indios; procedente de una austera familia castellana, los aires y el oro de las Indias, no lo corrompieron, dejó su encomienda y golpeó a las puertas del convento de Santo Domingo en Santa Marta. Fray Juan de los Barrios lo ordenó sacerdote.


2. ¿Qué ocurrió en Valledupar el 29 de abril de 1576 y qué relación tiene esa fecha con Nuestra Señora del Rosario?

Dicen las crónicas que corría el año de 1576, cuando en casa del lusitano Antonio de Pereira se desarrolla una intriga sentimental de la esposa de éste. La india Francisca, bella y sensual, despierta los celos en la esposa del portugués, que sospecha que entre ésta y aquel existen relaciones amorosas, estando ella casada con el indio Gregorio. Llevada de celos, la dama hispana, Ana de Peña, maltrata y azota a la india y en presencia del resto de la servidumbre le corta los cabellos, perpetrando de este modo una grave ofensa y humillación a la nativa. Un indiecito tupe de nombre Antoñuelo, burlando la vigilancia, logra escapar y acude al cacique de los tupes, Coroponiaimo, para informarle de este incidente. El Cacique monta en ira, comunica lo sucedido al resto de la tribu y convoca una reunión con participación de sus aliados, entre otros, el cacique Coroniaimo, y allí, previas deliberaciones, se toman decisiones de ataque contra los españoles para vengar la ofensa.

Itotos, cariachiles, tupes y chimilas adoptan la estrategia y se van al ataque. A sangre y fuego, el 27 de abril se toman el hato de Unyaimo, dando muerte a cada uno de los moradores que desesperados y en medio del fuego, salían inútilmente a defenderse, pues incendiado en sus cuatros costados por una lluvia de flechas, resulta vana la lucha por salvarse y perecen irremediablemente. Librada la batalla, avanzan corajudos y triunfantes, los indios guerreros al Valle de Upar, rodean por todos sus lados el templo de Santo Domingo y penetran a las casas de sus alrededores. Como era costumbre siempre que combatían, incendiaron todo y sin distingo de edad y sexo sacrificaron a los españoles que encontraron, sobrepasando el medio centenar.

Según refiere la leyenda, en el momento de la tropelía surge de entre el humo y las llamas la figura deslumbrante y de tierno mirar de una hermosa mujer, que recoge en su manto las flechas encendidas de los indios, evitando de ese modo la destrucción del templo y mayores proporciones de la mortandad. Ante el prodigio de esta aparición, los indígenas huyen despavoridos buscando refugiarse en sus dominios; pero no es fácil ni tranquila su fuga porque el europeo ha reaccionado violento, iniciando una persecución de exterminio bajo el mando del capitán Antonio Suárez de Flórez, manco y valiente conductor de la Guardia Española. Mientras los indios libraban la batalla de a pie, los españoles la emprendieron contra ellos debidamente montados a caballo. Esto permitió que remontando las sabanas de Sicarare, llamadas posteriormente “del Milagro”, les dieran alcance en la laguna del mismo nombre. Como los indios sabían que de llegar los soldados a este punto estarían agotados y vencidos por la sed, procedieron a envenenar las aguas de la laguna con barbasco, el cual les produciría una intoxicación inmediata y la pérdida de todas sus fuerzas. En esas condiciones, fácil le sería al nativo dar muerte y vencer a sus seguidores. Pero ¿qué ocurrió? ¡He aquí lo inesperado! Nuevamente aparece la figura hermosa de la mujer que surgió en el templo, que ya los indios conocían, y con un báculo en su mano, uno por uno, iba tocando a los envenenados y uno por uno volvían a la vida. Se había operado el gran milagro.

La relación que tiene esta leyenda con la Virgen del Rosario es: que se le atribuye el milagro que, a pesar de cinco intentos de incendiar la iglesia y el convento, las llamas no se avivaron.


3. ¿Qué importancia tiene en la Leyenda Vallenata Nuestra Señora del Rosario de Valledupar?

La importancia de la Leyenda Vallenata también llamada fiestas del “Milagro” es la celebración folclórica-religiosa que se realiza del 27 al 30 de abril de cada año, en honor a la Patrona de esta ciudad, “Nuestra Señora del Rosario”, conmemorando el enfrentamiento de los españoles con los Indios Tupes y donde la fe católica triunfó ante las diferencias de las dos razas. (Según la leyenda comentada en el segundo punto La Virgen del Rosario obró el Milagro en Valledupar).


4. ¿Quiénes fueron verdaderos apóstoles del Santo Rosario en Valledupar en ese tiempo?

Los verdaderos apóstoles fueron: Fray Luís Vero y Pedro de Palencia.

El recuerdo de los dos insignes misioneros no cayó en el olvido y hasta hoy los recuerdan en Valledupar. En una tierra tejida de leyendas, de música y de coplas como es el departamento del Cesar, no faltaron las alusiones poéticas a este hecho tan sobresaliente en la ciudad y así recordamos estas coplas:

-A yo, el padrecito el padrecito Luis
me regaló este Rosario
y como me ha defendido
del demonio y sus falsarios.

-Que recuerdo tan hermoso
nos dejó el padre Luis Vero:
como el era tan piadoso
rezaba el Rosario entero.

-Y el padre Pedro Palencia,
Su compañero sin par,
La preciosa Rosarito
Regaló a Valledupar.

-La leyenda vallenata
en Ella se originó:
Valledupar desde entonces
Con grandes fiestas la honró.


5. ¿A quiénes se lo enseñaban y qué métodos utilizaban para ello?

Fray Luis Vero y Pedro de Palencia se repartieron el trabajo de forma espiral; iban abarcando los contornos, sin que se les quedara uno solo sin evangelizar. En sus recorridos pasaron por Ocaña y Maracaibo (en Venezuela).

El método utilizado para evangelizar fue el rezo del Santo Rosario.


6. ¿Quién, cuando estaba para morir, pidió que lo llevaran a morir al pie de la imagen de Nuestra Señora del Rosario y lo sepultaran bajo sus pies?

Pedro de Palencia terminó sus días piadosamente y pidió que lo llevaran a morir a los pies de la imagen de Nuestra Señora del Rosario. Así se cumplió y lo sepultaron también junto a la imagen.


7. ¿Quiénes más fueron sepultados allí mismo?

Allí mismo fueron sepultados fray Luís Vero y un devoto republicano quien pidió le enterrasen junto al padre y así se hizo; al sepultarlo se encontró el cuerpo de fray Luis Vero entero y sin corrupción.


8. ¿Qué religioso dominico vino al Nuevo Reino, junto con san Luis Beltrán y se radicó hasta su muerte en Valledupar?

Fray Luís Vero, valenciano, vino como compañero de san Luís Beltrán en 1562. Al año de llegado a Cartagena 1563, fue elegido para la fundación del convento de la ciudad del Valledupar. Fray Luis Vero, evangelizó gran parte del nororiente colombiano en torno a Valledupar por la misma época. Ambos dejaron fama de santidad en todos los pueblos que evangelizaron.


9. ¿A qué tribu le dedicó sus mayores trabajos y qué leyenda corre entre esa tribu alrededor del gran misionero?

Luis Vero predicó siempre entre los indios. Su fervor por el Rosario, fue tan manifiesto que en Ocaña, por ejemplo, “se hacía todas las noches y con la imagen de la Concepción”. Tuvo fama de gran virtud y tener por amparo a la Virgen del Rosario.

Principalmente dedicó su obra religiosa a Los Arhuacos que es la tribu mas representativa actualmente en el Departamento del Cesar y mantienen el dominio de la Sierra Nevada.

La leyenda que se tiene en está tribu es que ven a fray Luís Vero caminar en algunas noches dentro de la tribu. De igual manera como el cuerpo del fray se desapareció cuando sepultaron al republicano se comenta que solo la puede hallar un integrante casto de esa tribu.


Tomado de la Revista Regina Mundi nro 51.

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