jueves, 20 de noviembre de 2014

Oración a Nuestra Señora de la Peña



Señora de la Peña:

Hemos subido hasta aquí para rezarte.
Venimos con el cariño y la esperanza de los hijos.
Con el cansancio y la debilidad de los peregrinos.
No tenemos nada para darte.
Solo nuestra miseria y nuestra cruz.
Nuestra pequeñez y nuestro deseo de ser más buenos.
Tú eres nuestra fortaleza, Señora de la Peña.
Ahora seguiremos caminando.
Bajaremos del cerro, purificados y cambiados.
Iluminados adentro.
Tú eres la inmaculada, la nueva creatura,
La que ha sido como plasmada por el Espíritu Santo.
Límpianos, purifícanos.
Que la sangre de Jesús nos haga nuevos.
Que su palabra nos ilumine.

Virgen de la Peña:

Tú seguirás haciendo el camino con nosotros.
Nos meteremos dentro de tu corazón fiel.
Queremos decirle al Padre que sí con toda el alma.
Decirle que sí a la pobreza que no hace libres,
A la contemplación que nos hace luminosos,
A la cruz que nos hace fecundos.
Que experimentemos siempre tu presencia en nuestra vida.
Que al bajar del cerro, cuando nos encontremos otra vez
Con lo difícil y lo triste,
Con lo alegre y lo esperanzado,
Oigamos siempre una voz que nos está diciendo
Desde tu corazón bondadoso y tierno:
“Aquí tienes a tu madre”.
Señora de la Peña: Gracias por todo. Ven con nosotros a caminar. Amén.

Card. Eduardo F. Pironio.

Tomado de una estampa, recuerdo del tercer centenario del hallazgo de las sagradas imágenes de la Peña. Bogotá. Colombia. 1685-1985.



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