jueves, 24 de octubre de 2019

La fiesta de la Reina Morena




Por Julio Ricardo Castaño Rueda
Sociedad Mariológica Colombiana

La Dama del Saladillo bajará de su trono para escribir un episodio de evangelización mundial. Los zulianos lo traducirán con su amor, propio de ángeles, a la dimensión de la cultura.

Maracaibo levantará, a ritmo de gaitas, un monumento a la devoción por Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, La Chinita.

La fiesta, que se preparó durante un año, ilumina su trasegar con el descendimiento de la Patrona el próximo 26 de octubre. En esa fecha empezará un desbordamiento de actividades único en su género. Es, sin la molestia de la duda, la fiesta mariana más bella, extensa y predicada de todo el orbe católico.

De octubre a diciembre, la Virgen de Chiquinquirá ocupará el corazón del Zulia. Sus latidos se extenderán por varias ciudades de Europa, Estados Unidos y América Latina. La sinfonía de las etnias hermanas y hermanadas por los venezolanos vivirá el encanto de un milagro hecho música. El 18 de noviembre se convertirá en un festejo internacional sin fronteras porque los maracuchos expresan su felicidad con acordes de cielo.

La Madre Castísima cumple con aglutinar al bravo pueblo sobre la austeridad o la bonanza. La Chinata se paseará sobre los hombros de sus servidores sin fronteras ni treguas. Es el gran misterio de un linaje unido a la Madre de Dios por un cariño que se volvió arte.

La mariología contemporánea deberá redactar un extenso libro para estudiar esa predilección de la Santísima Virgen María por la porteña urbe chiquinquireña de Maracaibo y sus queridas gentes.

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