jueves, 13 de enero de 2022

La romería, el instante de la promesa

 


Por Julio Ricardo Castaño Rueda

Sociedad Mariológica Colombiana

La Colombia católica se volcó, piadosa y anárquica, sobre las plazas y calles de Chiquinquirá sin importarle la dictadura de la peste y su variante ómicron. El empuje heroico de las muchedumbres, aferradas a una camándula, impuso su tradición sobre la prudencia.

La dinámica poderosa del gentío arrastró, en su riada de costumbres, el caos de la multitud. Sus fuerzas atávicas fueron desatadas por la chispa incendiaria de la fe. El torrente descomunal de las familias se unió a la corriente del río de la historia desbordada sobre la llamada íntima del retorno implacable del alma a lo maravilloso.

El afán descontrolado por la prisa reguló el choque de los cuerpos y los jotos, ritmo incansable del tumulto. Las masas orantes, engranajes de la romería, se movieron entre los retorcidos apretujones de los espacios colmados. Querían la totalidad de la urbe poseída por el imperio de sus voces, coplería del recuerdo, las oraciones fatigadas de esperanzas y sus quejas teñidas de dolor. La invasión brutal de los peregrinos era el diálogo tremendo de una patria indomable con un país huérfano de nacionalidad.

El campesino anónimo era el voceador de las carísimas usanzas de una cultura fundida en los trajinados linajes del mestizaje. Él traía el desasosiego del viajero sediento por saciar secretos insondables. El caminante de alpargate acudía humilde y urgido ante la dulce intercesión de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la Rosa del Cielo. Al signarse de hinojos trazó el sendero de una bendición, herencia devocional de sus mayores. En un santiamén se alumbró el destello renovador de 1586. La fiesta predicó un milagro. La romería cumplió 435 años atenta al llamado del Verbo de Dios, palabra encarnada en el corazón de María Santísima.

26 de diciembre de 2021.

2 comentarios:

  1. El amor a la Madre y Reina de Colombia, no tiene obstáculos para manifestarse por parte de sus hijos fieles.

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  2. La interminable romería es un milagro de perseverancia de los promeseros.

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