miércoles, 29 de agosto de 2012

Nuestra Señora de la Concepción Inmaculada del Rosario de Arma de Rionegro


Declaración del presbítero don Juan Esteban Leonín de Estrada

            En la ciudad del señor Santiago de Arma, en veinte y un días del mes de junio de mil setecientos ochenta y tres años, yo don Juan Esteban Leonín de Estrada, comisario subdelegado particular de la Santa Cruzada, cura y vicario, juez eclesiástico y de diezmos de dicha ciudad y sus anejos, certifico a los señores y demás que la presente vieren y forma en el grado que debo, puedo y el derecho me permite, y también me dijeron los ya referidos que desde dicho inmemorial se decía que se dio por merced de Nuestro Soberano por patrón de esta ciudad al SEÑOR SANTIAGO EL MAYOR, y por patrona a NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN, que dijeron había mandado con un ara de jaspe (que está en el Sagrario) el señor Felipe Segundo, quien envió otras imágenes para otros lugares y se trocó la que venía para ésta, y que se había puesto por los señores diocesanos LA CONCEPCIÓN DEL ROSARIO y que se celebrase el día ocho de diciembre: y prueba esta nominación una certificación del señor don Cristóbal. (Nota del paleógrafo: El nombre de “don Cristóbal” citado corresponde al Excmo. señor Obispo de Popayán, don Cristóbal Bernaldo de Quirós, quien visitó la Provincia de Antioquia en el año de 1677), que consta en los libros eclesiásticos cuando estaba ésta en el sitio de las Tapias y acostumbraban a vestir a Nuestra Señora los jueces, los que habiéndolo intentado no lo consiguieron por no haberse dejado sacar ni aún los anillos de los dedos, y vertiendo nuestra Señora muchas lágrimas se las enjugaron con algodones que hasta el año de cuarenta y seis se mantuvieron algunos en dicho sagrario; y volviendo al vestido, no consintió el que se lo quitaran, y habiendo dado cuenta dichos jueces mandó el señor don Cristóbal, que vistiesen a Nuestra Señora las mujeres sin que asistiese hombre, y luego al punto que la vistieron salieron a dar cuenta, quedándola sin luces y habiéndole salido una estrella en la frente se encendió toda la iglesia de resplandor y gritando que se quemaba concurrieron y se fue opacando el resplandor quedando solamente en la frente de Nuestra Señora, por lo que dicho señor don Cristóbal, mandó con pena de excomunión que cuando vistiesen a Nuestra Señora de la Concepción del Rosario de Arma se encerrasen en la iglesia las mujeres sin que se consintiese hombre de diez años para arriba, lo que hasta hoy se observa, añadiendo al requerimiento que se me hace que luego que se trasladó del sitio de Santa Bárbara esta precitada ciudad a éste ya referido suelo (en donde por ayuda de parroquia se había erigido la capilla del señor san José, concedida por el señor fray Diego y nominado el sitio del Señor San José de Arma Viejo), estuvieron por ocho días tañendo unas campanas muy sonoras y algunas músicas en el aire lo que se infirió el gozo que hizo al recibimiento de su feliz esposo, todo lo que certifico real y verdaderamente, y a vuestra merced, señor alcalde ordinario don José Antonio Ruiz y Zapata, devuelvo todo original quedando pronto a ejecutar siempre que me participare sus justas letras. Dada en Arma en la fecha citada y firmada por ante mí dicho vicario y testigos por falta de notario.

            Juan Esteban Leonín de Estrada. Testigo: Francisco Félix Vallejo. Testigo: Justo Peláez. Testigo: Tomás Suazo.

Tomado de Regina Mundi

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