jueves, 28 de abril de 2016

Oración del Legionario



¡Señor Jesucristo, unido a todos mis hermanos que militan bajo el estandarte de María, vengo a saludarte y darte gracias por haberme llamado a formar fila en este valeroso escuadrón de la Legión de tu Madre!

Compadécete de mi debilidad y ayúdame a llevar con honor mi título grandioso y comprometedor de Legionario de María. Tú me invitas a la perfección del Padre del cielo…¡Me aterra Señor, mi debilidad! ¡Me sobrecoge la cobardía! No sé cómo corresponder a tu invitación… ¡Llegar a ser más y más semejante a ti, vivir de tu espíritu, tener tus sentimientos! Pero sé que a mi lado está tu Madre y, apoyado en su maternal solicitud, quiero realizar mi compromiso fundamental de santificarme. Solo cuando esté lleno de ti cuando ya no sea yo quien vive, sino tú quien vives en mí, mi segundo compromiso –el del apostolado- brotará como consecuencia necesaria de mi vida y seré para mis hermanos el testigo viviente y alegre de tu resurrección.

Ayúdame, Señor, a ser como tu Madre, siempre disponible, siempre a tu servicio y al de mis hermanos. Ayúdame a  ser como María un porta-Cristo, que lleve tu mensaje de vida a todos los hombres del mundo con la ilusión y dinamismo de quien sabe con certeza en quien ha creído y sabe que contigo y con María es absoluta mayoría y triunfará de todos los obstáculos para gloria del Padre en el Espíritu Santo.

¡Señor Jesucristo, ayúdame a ser de verdad Legionario de tu Madre!

Tomado de la revista Heraldo de la Reina, nro 126. Junio-julio de 1980. Bogotá, Colombia.


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